Para empezar voy a hablar de como empezó a gustarme el bondage, cosa que puede resultar interesante, tanto de un punto de vista personal como desde uno más general, ¿como es que se siente un persona atraída hacia estas prácticas?
No se si mi caso pueda compararse con el del resto de la gente que disfruta o del bondage o de algún otro tipo de fetichismo, pero lo contaré y todos son bienvenidos a contar sobre su propio caso.
Hace algunos años en mi adolescencia cuando apenas estaba descubriendo y entendiendo esta afición recurrí al Internet para ver que se decía al respecto: una explicación más o menos lógica que encontré y que por un tiempo creí podría aplicar a mi la saqué de un sitio de psicología; lo que decía es que tanto el bondage como otros tantos fetiches nacían en la adolescencia y se debía a casos donde uno veía a una mujer que consideraba atractiva atada y amordazada en una película o una revista o cualquier otro medio. Al ocurrir esto y coincidiendo con que en esta época tenemos nuestro despertar sexual inconscientemente creábamos una relación entre el atractivo sexual y el hecho de ver a la chica amarrada.
Suena lógico, pero más adelante pensé que el bondage es una práctica que como muchas otras se encuentra presente en la cultura humana desde hace mucho tiempo, y que lo anterior dificilmente aplicaba a las personas atraídas por esta afición siglos atrás, cuando muy dificilmente tendrían una exposición a ver mujeres atadas durante la época del despertar sexual sin la presencia de los medios de comunicación masiva que tenemos hoy en dia, además me parece que lo anterior tampoco explica otras cosas, pues si bien dice porque nos puede atraer ver chicas (o chicos) amarradas, no contempla por otro lado el gusto por estar amarrado a la vez.
Pensando en mi propia experiencia recordé mi niñez, y tengo el recuerdo de que desde niño las ataduras me han causado interés, por supuesto de niño no había nada sexual en el asunto, pero si me gustaba jugar juegos donde se amarrara gente (lamentáblemente tuve muy poca chance de jugar a esto) y cuando leía un cuento o veía una caricatura con algún personaje amarrado, fuera hombre o mujer, siempre me llamaba mucho la atención, el ver a alguien amarrado o imaginarme a mi mismo en esa situación era algo que me generaba mucha curiosidad.
Con el tiempo olvidé el asunto, pero ya en mi pubertad, el repentinamente ver una imagen de un comic con ona superheroina atada me despertó de nuevo el interés y fue ahora si cuando aunado a ello vino el deseo sexual que se me despertaba por el bondage.
Así, estoy seguro de que en mi caso el gusto por el bondage es algo que he tenido toda la vida, incluso me atrevería a decir que es algo con lo que nací y como tal lo acepto como algo que forma parte de mi personalidad y que, por ser un deseo de alguna manera natural, no tiene nada de malo. A ese interés la coincidencia de ver en mi despertar sexual a una chica amarrada fue lo que mezcló ambos intereses y me llevaron a el interés por el bondage como práctica sexual el cual estará conmigo el resto de mi vida.
Ese es mi caso ¿coinciden conmigo? ¿o tuvieron experiencias distintas?