Renten a una modelo para bondage

Pues lo prometido es deuda, y es hora de contarles la buena noticia que les he estado sugiriendo.

Resulta que hará cosa de un mes me llegó un correo de una chica quien me dijo que disfrutaba mucho del bondage, y tras cruzar algunas palabras me preguntó si quería conocerla. Por supuesto la invitación de conocer a alguien que disfruta del bondage siempre es tentadora, pero como yo a veces peco de cuidadoso no acepté inmediatamente y tras unos correos más esta chica y yo continuamos hablando y ella me contó que aparte de su trabajo diario, aprovecha su afición al bondage para sacar un poco más de dinero, y de paso ayuda a las muchas personas tímidas que aunque disfrutan de esto no se han atrevido a confesarlo o no han tenido la oportunidad de practicarlo. Leyeron bien, esta chica, de nombre Andrea, se deja amarrar por una cantidad de dinero, así que una sesión de bondage está al alcance de todos ustedes.

 

Siendo yo una de esas personas vírgenes del bondage, acabamos arreglándonos para un encuentro. Y este finalmente se dio el sábado pasado. Con algo de miedo pensando en que todos mis años de afición al bondage serían inútiles si no era capaz de amarrar bien a Andrea, pero debo comentarles que todo salió perfectamente bien, y que desde esta semana están leyendo a un bloguero de bondage que si ha atado a alguien (y ya era hora)

 

Paso a contarles la experiencia con más detalle. La reunión es en un cuarto de hotel que por supuesto ustedes deberán pagar, y por seguridad Andrea siempre está acompañada de su amo, quien también es aficionado al bondage y que de hecho fue quien le enseñó estos juegos a esta damisela. Yo no tenía mucho material para llevar, pero ellos acudieron con suficiente material para la sesión, tras instalarnos y platicar un rato empezamos con el bondage, e inicié con un amarrado clásico de manos a la espalda y pies y piernas juntas. Tras contemplar un rato llegó el momento culminante y la cereza del pastel fue una mordaza roja atada entre los labios de mi prisionera. Fue un excelente momento, y mientras ella luchaba contra sus ataduras tratando de soltarse yo contemplaba y tomaba las fotos y videos que están permitidos en todo momento de la sesión. Sin más les presento a Andrea y luego sigo platicándoles:

 

Andrea modelo de bondage mexicana

Su lucha por soltarse fue infructuosa y tras cansarse tuvo que pedirme que la soltara. Tras un pequeño descanso continuamos la sesión y ahora decidí inmovilizarla con la clásica posición del hogtie. Tras inmovilizarla la amordazé con unos pedazos de cinta roja que ella llevó y ya con el video rodando le vendé los ojos dejándola en la oscuridad y de nuevo contemplando sus esfuerzos por soltarse, los cuales, aunque pudo recuperar la vista, una vez más fracasaron. Con toda la felicidad de ver que mi bondage era bueno y que todos los presentes la pasábamos bien la desaté de nuevo y la vi mientras ella misma arrancaba la cinta que sellaba sus labios para recuperar el habla. Una vez que lo hizo me comentó que nunca le habían atado los pies como yo acababa de hacerlo, con unos amarres que sujetaban a la vez sus tobillos y sus pies, creando un bonito contraste entre la cuerda blanca y sus zapatos rojos.

 

Andrea en un hogtie

Para la tercera oportunidad le amarré las manos al frente y se las sujeté a las piernas para que no pudiera alcanzar su mordaza, la cual fue más severa en esta ocasión. Le metí un trapo en la boca y luego até otra tela sobre sus labios para que no lo escupiera. De nuevo unas fotos y luego el video de sus esfuerzos. Está fue probablemente la mejor escena de la sesión, pues Andrea luchó como loca por escaparse, y tras safar su mordaza y usando sus dientes acabó por alcanzar los nudos los cuales, lentamente, fue aflojando. Tras casi 15 minutos de prisión finalmente se liberó completamente y se quedó con la satisfacción de haber vencido las ataduras. Aunque lo ideal es que la damisela no escape, debo decirles que verla luchar sin tregua y finalmente soltarse me gustó muchísimo.

 

Andrea espera su mordaza

 

Hubo tiempo de una atadura más, en esta ocasión la dejé elegir su posición y su mordaza, fue una una atadura más pequeña que cerró el poquer de posiciones.

Tras despedirnos seguimos en contacto y acabé sorprendido cuando ese mismo día por la tarde Andrea me preguntó por qué no la había desnudado y manoseado. ¿se pueden imaginar que una cautiva les reclame por esto? Eso me pasa por ser un caballero, pero igual para otra le doy ese gusto jejeje.

 

Basta de mi experiencia y pasemos a darles información concreta. Andrea y su amo venden fotos de bondage de todas sus sesiones (supongo que podrán comprar también todas las fotos que yo tomé, mismas que les envié), y también trabajan con otras chicas que son sus amigas. Si están interesados sólo deben acudir a su página de Facebook en esta dirección https://www.facebook.com/adan.romero.737448?fref=ts

 

Si las fotos no les bastan y quieren tener una sesión con ella, contáctenla por mensaje para que se pongan de acuerdo. Tienen completa libertad creativa respecto a las ataduras, pueden llevar su propio material y, si no son tan buena gente como Yo, pueden encuerarla y aprovechar su indefensión. El límite es que está prohibido que ella sienta dolor. Asimismo pueden tomar las fotos y videos que quieran.

El costo de la sesión es de $600 pesos por dos horas, y puede haber un incremento de acuerdo a las cosas que le pidan.

Igualmente pueden preguntarme por mail sobre esto y yo los pongo en contacto con ella.

 

Desde que abrí el blog muchos me han escrito para preguntarme como le hacen para practicar bondage en México, y yo siempre les decía que, hasta donde sabía, no era posible. Hoy finalmente puedo invitarlos a que aten a esta chica que disfruta mucho estar amarrada, y cuyo trabajo, con suerte, ayudará a que el bondage siga creciendo en México.

Gracias a Andrea por la sesión y que bueno que existe gente como ella que disfruta del bondage y lo practica sin miedos.