30 de noviembre de 2015

Zattana amordazada

Hace mucho que no visitamos el mundo del comic, y en parte es mi culpa ya que desde mi año en España le perdí el hilo y casi lo he dejado. Necesito un nuevo evento que me reenganche, pero lo último que supe que hizo la DC fue una nueva crisis que dio un poco al traste con seguir la continuidad, y eso me desanimó un poco.
Por ello ya no se como esté la situación de las damiselas en apuros en comics de hoy, y por ello ya casi no publico al respecto, pero hoy nos vamos al pasado para recoger una ilustración protagonizada por Zattana, una de las superheroínas más amordazables que hay.
Nunca ha sido un personaje de primera línea, pero ha tenido momentos de importancias, y uno de ellos llegó hace unos 4 años, cuando por primera vez la maga fue protagonista de su propio comic.
 
La emoción entre los fans del comic y el bondage fue mucha, pues si este personaje ya tiene una enorme cantidad de escenas de bondage apareciendo como secundario en muchas series a lo largo de décadas, cuantas escenas no habría ahora que ella era el personaje principal.
Y al comprar el número 1 ciertamente no fue una decepción, pues al abrir la primera página esto es lo que apareció ante los ojos del lector:
 
Zatanna #1 Zattana bound and gagged
 
La razón del optimismo respecto a las futuras escenas de bondage no era vano. Todo superhéroe tiene una debilidad, y si Superman tiene la Kriptonita y Linterna Verde el color amarillo, Zattana requiere pronunciar un hechizo para activar sus poderes, así que la manera de neutralizarla es dejarla sin habla, y así su magia no puede funcionar. Por supuesto la mejor manera de silenciarla es una mordaza.
Esta escena acabó por resultar un acto de magia (cuando no es superheroína Zattana se presenta en los escenarios) y en la siguiente página estaba libre. Lo malo es que en toda la serie, el personaje no volvió a ser amarrado.
En años recientes la DC ha visto toda las imágenes sexuales que hay en Internet con Zattana y otros personajes, y si a veces lo aprovechan, en otros momentos prefieren evitarla. Éste fue uno de ellos, y el dibujo fue algo así como una declaración de Paul Dini el escritor que decía "quieren verla atada y amordazada, ahí la tienen, ahora déjenme contar mi historia".
Fue una lástima, aunque no por ello la serie fue mala, de hecho se sostuvo bastante bien y yo la leí toda, siendo siempre interesante, fue finalmente cancelada cuando llegaron los comics llamados "Los nuevos 52"
 
La Zattana maga que durante años vimos, ha dejado paso ahora a un personaje mucho más oscuro que hasta donde supe aparecía en Justice League Dark, le dieron un cambio de look absoluto, dejando su atuendo de showbizz y convirtiéndola en una darketa, y aunque diferente le va muy bien. Lamentablemente hasta donde he visto nunca ha vuelto a aparecer en imágenes de bondage, una lástima.
Ahora han dicho que pronunciar el hechizo (que para ella es decir las palabras al revés) no es más que una forma de concentrarse, pero que puede hacer magia aún sin voz, con lo cual vuelven inútil el amordazarla (tontos, tontos) y cuando han llegado al viejo método de privarla del habla, lo han hecho con métodos igualmente efectivos, pero totalmente carentes de interés para nosotros como quemarle la lengua con métodos mágicos o hacerla olvidar las palabras.
 
En fin, el mundo suele dar vueltas, así que algún día tendremos de vuelta a nuestra Zattana maga y damisela en apuros. Mientras tanto nos quedan sus muchas aventuras del pasado.

23 de noviembre de 2015

La fugitiva de Frank Knebel - Capítulo 4

Continuamos con la historia del genial Frank Knebel, y sus damiselas Copper Ryder, Summer Smith y Amy Cole.
Si se los perdieron aquí están los episodios uno, dos y tres

Y aquí está la guía de todas las historias de bondage en el blog

Capítulo 4

 

“Llamando al Colibrí, llamando al colibrí. Aquí el carro 4 llamando a Sky, cambio”
                La oficial Amy Cole soltó el dedo del botón de su micrófono, esperando una respuesta. Estaba consciente de los tres hombres que la observaban mientras esperaba de pie frente a la puerta abierta de su cuarto y les dio una rápida sonrisa.
                Los tres hombres no veían a Amy esperando la respuesta de su jefe, simplemente se daban un taco de ojo con la bella policía. La expresión de los dos hombres mayores era de silenciosa contemplación, mientras que el joven era de deseo frustrado.
                Fred Merrill era el capataz de Sky, y tenía unos cuarenta años, alto y fornido, con un cabello entrecano que aparecía bajo el ala de su sombrero. Él era el que estaba más cerca de la patrulla, con sus pies abiertos y sus brazos cruzados sobre el pecho. Sus ojos eran soñadores, y su sonrisa discreta, no suficientemente amplia para mostrar sus dientes.
                Los otros hombres estaban cerca de la cerca donde sus caballos estaban atados. Joe Bailey tenía casi sesenta años, mediana altura, pelo gris. Si sonreía, era sólo para adentro, pero a pesar de la dureza de un hombre que se hizo a sí mismo, la nobleza de sus ojos era palpable.
                Amy movió su peso mientras esperaba, colocando un pie dentro del coche e inclinándose un poco. Como consecuencia sus pechos se apreciaron más sobre su uniforme caqui. Vio al hombre más joven sonreir y dar un codazo a su compañero mayor, pero fingió no darse cuenta.
                El más joven apenas había dejado la adolescencia. Wade Norman había sido una estrella de futbol americano en su preparatoria y en vez de sombrero vaquero llevaba una cachucha de su equipo. Era sólo un trabajador temporal durante el verano. Cuando su compañero mayor ignoró su codazo, Wade volteó a ver de nuevo a la oficial, aunque su imagen lo hipnotizaba, una belleza de 25 años estaba muy lejos de las aspiraciones de un adolescente de 18.
                “Llamando al carro 4, llamando al carro 4, aquí Sky ¿qué pasa Amy?
                La voz por la radio sacó a los hombres de su silenciosa contemplación.
                “Estoy con Merill y tus hombres Sky”, anunció Amy, “No han visto a Copper en toda la mañana, cambio.”
                “Estoy un poco preocupado Amy, ¿te importaría ir a la casa y revisar cómo está todo allí?, cambio”.
                “No hay cuidado Sky, te hablo para decirte lo que hay, cambio”.
                “También habla con Fred, dile que si no sabe de ti antes del atardecer quiero que vaya a la casa con todos los hombres y con rifles cargados, cambio”
                Amy vio a Merrill
                “¿oíste Fred?”
                Merrill ahora sonrió suficiente para mostrar sus dientes.
                “Será un placer oficial”
                Amy le sonrió de vuelta y volvió a coger el micrófono.
                “Entendido Sky, carro 4 fuera”
                Se volvió a meter en la patrulla y al sentarse Merrill se le acercó.
                “Si se mete en problemas será un placer ayudarla”
                Amy descansó su brazo en la ventana abierta
                “gracias, pero dudo que haya problemas”
                Arrancó el auto y se alejó. Los tres hombres la observaron hasta que desapareció en la lejanía.
               
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                No tenía caso luchar contra las ataduras. Simplemente no había un solo lugar en el que se las pudiera aflojar. Copper estaba dando otra revisada al cuarto para tratar de encontrar algo que la ayudara cuando Starr Bell reapareció.
                “Muy bien niña”, anunció, “es tu turno, levántate”.
                Agarrándola de un brazo, Starr jaló a la chica y le dio una sonora pero no dolorosa nalgada en su trasero. El sonido del golpe asustó a Copper más que su fuerza.
                “Vamos linda, ya sabes el procedimiento”
                Tras una rápida mirada a su captora, Copper empezó a saltar insegura hacia el pasillo, Starr la ayudaba sosteniéndole el brazo por un lado.
                “Lo estás haciendo bien, no te detengas”
                Una vez que entraron al cuarto de Sky, Copper se encontró con Summer, que estaba arrodillada a un lado de la cama, de frente a la puerta. La chica notó que una cuerda doblada en dos había sido atada sobre los lazos en la cintura de su vecina. Las líneas descendían sobre los calzones que cubrían su vulva y desaparecían a su espalda. Copper saltó hasta la cama, y Starr la ayudó a sentarse a que se recuperara del esfuerzo.
                “Ahora, quiero que te pongas de rodillas en la cama”, dijo pasados unos minutos, “de frente a tu amiguita, ¡rápido!”
                Levantó las piernas de la joven a la superficie de la cama, y la ayudó mientras luchaba por levantarse y colocarse de rodillas. La chica necesitó de un par de nalgadas en sus discretamente cubiertos glúteos para lograr maniobrar y colocarse cara a cara con Summer. Starr se movio a espaldas de la ranchera y le dio a ella otra nalgada.
                “Vamos, quiero que las dos se pongan bien cerquitita” dijo con una suave voz con un tono de burla, “quiero que sus tetas aplasten a las de la otra”.
                A pesar de que no lastimaban, las dos mujeres estaban ansiosas de evitar más nalgadas, y se acercaron tan rápido como pudieron. Mientras lo hacían Starr tomó más largas cuerdas que preparó para usar, al igual que unas coloridas mascadas que había sacado de la alcoba de Copper. Una vez que las mujeres estaban juntas, Starr usó una de las cuerdas y empezó a enrollarla cinco o seis veces alrededor de las cinturas de las mujeres. El resto del material fue usado para apretar las cuerdas, pasándolas de manera vertical en el espacio que quedaba entre las dos cautivas. El resultado fue que ya no quedó espacio entre las dos chicas, que quedaron cara a cara, oprimidas la una a la otra. Las dos gruñeron incómodas tras sus mordazas, mientras Starr apretaba el último nudo.
                “¿incómodas de estar tan pegaditas?”, preguntó con falsa preocupación, “créanme chicas, todavía no han empezado a acercarse”.
                Otra cuerda rodeó a las mujeres, esta vez sobre sus muslos, justo arriba de las cuerdas que ya las ataban sobre las rodillas. Fue apretada todo lo posible y luego reforzada como la  anterior había sido. Después una tercera fue utilizada por debajo de sus hombros, oprimiendo sus torsos el uno al otro, aunque este no pudo ser ceñido como los anteriores.
                “¡Que pareja más encantadora!” exclamó Starr mientras caminaba por el cuarto, ojeando por todos los ángulos a sus dos presas.
                Estaban tan oprimidas y fuertemente atadas, que Summer y Copper tenían dificultad de voltear sus cabezas para seguir sus pasos
                “Realmente tiernas”, continuó Starr, “mejilla con mejilla y bubi con bubi. Ysólo para asegurarme que no puedan hacer ninguna travesura…”
                Starr se subió a la cama y se arrodilló junto a las inmóviles mujeres. Dándoles un jalón las recostó suavemente sobre la cama, ahora estaban de costado, pero aún cara con cara.
                “No se impacienten chicas, sólo faltan los detalles finales”.
                Tomando una cuerda bastante pequeña, lo amarró alrededor de las cuerdas que sujetaban los tobillos de Copper, jaló los extremos libres y obligó a la chica a doblar sus rodillas hasta que sus pies estaban a aproximadamente treinta centímetros de sus manos. Starr ató los extremos de las cuerdas a los lazos que rodeaban su cintura dejándola completamente inmóvil en un hogtie. Después hizo lo mismo a Summer, y una vez que terminó se inclinó sobre las desesperadas cautivas, acariciando sus hombros y sus costados mientras les hablaba con una voz sigilosa.
                “Es una pena que no pueda quedarme a jugar con ustedes”, suspiró, “Pero no quiero quedarme a estropear la diversión que quieran tener la una con la otra”
                Metió los dedos entre ellas y pellizcó un pezón de cada mujer, bajando aún más el tono de su voz
                “porque puedo ver que las dos están gozando de esto”
                Se levantó y alzó su dedo índice
                “Sólo una cosita más”
                Tomó las mascadas de Copper, las dobló en largas bandas y cuando estaban listas las usó para vendar los ojos de las dos mujeres.
                “Van a disfrutar de la situación mucho más así”, explicó mientras trabajaba, “si no pueden ver cuanto lo están gozando se divertirán mucho más”
                Summer gimió indignada por toda la humillación.
                Starr volvió a acariciar la piel desnuda de las dos mujeres.
                “Les prometí que si se comportaban, estar amarradas iba a ser lo peor que les iba a pasar. Lo que me olvidé de decirles, es que estar amarradas también iba a ser lo mejor que les iba a pasar. Realmente me encantaría estar en el lugar de una de ustedes.
                Se levantó y la escucharon caminar hacia la puerta.
                “Y mientras yo voy a comer algo, las dejo para que piensen con cual de ustedes me voy a divertir una vez que llegue mi turno. Ta-ta.”
                La puerta se cerró y Copper Ryder reflexionó sobre su situación. No podía ver, hablar ni mover un solo músculo. Su cuerpo casi desnudo estaba oprimido contra el igualmente indefenso y encuerado cuerpo de una voluptuosa y hermosa mujer. La situación era inescapable.
                Y enormemente excitante.
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El rancho de La Diadema Voladora era visible desde una gran distancia en ambas direcciones del camino rural que pasaba por el, por lo que la oficial Amy Cole se acercaba sin mucha prisa. La casa de una planta, el garage, el granero, el corral con los caballos ensillados, el almacen y, por supuesto, el hangar de El Colibrí eran fácilmente identificables. Lo que intrigó a Amy fue la furgoneta aparcada cerca de la entrada. Disminuyó la velocidad conforme se acercó a la entrada.
El automovil no era de Sky, aunque el también tenía una furgoneta, la suya era identificable por el emblema de su rancho en ambas puertas. Anotó las placas y trató de revisar el garage al pasar frente a el, pero estaba cerrado con llave. No se veía actividad en ningún lado, salvo por el movimiento de los caballos en el corral.
Amy decidió ir a la casa directamente, al acercarse tomó el micrófono de su radio.
“Carro 4 llamando a el colibrí, carro 4 llamando al colibrí, ¿estás ahí Sky?”
La respuesta fue casi inmediata
“Estoy aquí Amy, ¿qué pasa en mi rancho?, cambio”
“No te lo puedo decir, todo se ve calmado por fuera, pero parece que Cooper tiene compañía ¿sabes quien puede ser?”
Revisó su libreta y le leyó en voz alta la placa de la furgoneta, dándole una breve descripción del vehículo.
“Pues es el coche de Summer Smith”, dijo Sky confundido, “ella iba para Kermit para buscar refacciones para sus tanques de agua, no pudo ir a la ciudad y volver tan pronto, me pregunto que pasó”
Amy Cole reflexionó un instante
“Tal vez tuvo problemas mecánicos y decidió volver a tu rancho”, sugirió, “iré a la casa a revisar”
“Mejor ten cuidado Amy”, advirtió Sky, “puede que no sea serio, pero bajo la circunstancia hay que ser cuidadosos, espero a saber de ti, cambio”.
“Revisaré y te informaré Sky, carro 4 fuera”.

La oficial Cole dio vuelta en U, a 500 metros de la entrada principal encontró una larga avenida de árboles que cruzaban el camino. Serían un escondite perfecto para su auto. Aparcó y apagó le motor. Antes de acercarse de nuevo a la casa a pie, sacó su revolver y se aseguró de que estuviera cargado.

Starr Bell comía un sándwich de jamón y una manzana sobre la barra de la cocina. Habíha visto el carro de la policía bajar la velocidad al pasar cerca del rancho, y luego acelerar para alejarse. El incidente la había hecho sospechar suficiente, como para evitar que abriera una de las botellas de cerveza que había visto en el refri. Había dos ventanas en la cocina, una sobre el lavabo y otra justo enfrente de ésta. Dado que no había ningún edificio frente a ésta, la ventana daba una vista perfecta de toda la extensión del camino por la dirección en que el auto policía se había alejado. Mientras daba una mordida a la manzana, agarró la pistola de Summer de su cinturón, y la dejó sobre la mesa, al alcance de su mano.

Vio movimiento en lo árboles del fondo del camino. Una figura vestida de Caqui se estaba acercando, corriendo de los arbustos a la cerca, y buscando todo posible escondite disponible en el camino a la puerta.
“Vaya, que sorpresa”, se dijo a si misma, “tenemos compañía”
Vio con atención a la esbelta figura en la lejania y sonrió.
“Y es una señorita policía, esto va a ser divertido”
Dando la última mordida a su manzana, tomó la pistola y salió por la puerta de atrás.

Copper Ryder dejó de luchar contra las ataduras un momento para tomar aire. En su situación sin movimiento, visión o habla, sus sentidos estaban reducidos prácticamente al tacto, y vaya que podía sentir un montón de cosas: La constricción de las cuerdas que le amarraban, los tirones que le daban varias ataduras cada que ella o Summer intentaban moverse, y la cálida y suave piel de su compañera cautiva pegada contra la suya.
Era especialmente notoria la sensación de los pezones erectos de Summer contra los propios pechos de Copper (La chica se preguntaba si su vecina tenía la misma sensación), y la peculiar y excitante manera en la que Summer estaba contoneando su pelvis, oprimiendo con fuerza sus pubis contra el de ella. Habían pasado más de tres años desde que su marido había fallecido, ¿Qué había estado Summer haciendo todo ese tiempo?
Copper también podía escuchar, y llevaba un tiempo percibiendo los pequeños gemidos y gruñidos que habían estado soltando tras su mordaza todo este tiempo. La mayor parte de ellos seguramente no eran más que expresiones del esfuerzo y de la incomodidad a la que se sometía en sus vanos intentos de liberarse, pero la joven también había pensado en principio que podían ser un esfuerzo por comunicarse, ¿estaba intentado decirle un plan para trabajar juntas y soltarse?, ¿o no era más que excitación sexual?
De repente, Summer soltó un gemido mucho más grande, e inclinó su cuerpo con toda la fuerza que pudo sobre el de la chica. Copper sintió la boca cubierta de cinta de su vecina oprimirse contra la suya, y la chica, excitada, se acercó todo lo que pudo. Esto no se parecía en nada a las tímidas caricias, besos y manoseos que la jovencita había experimentado con otros chicos de su edad.

Summer empezó a oprimir rítmicamente su pelvis contra el de Copper. ¿acaso esa cuerda que la criminal había atado entre las piernas de la ranchera tenía algo que ver con su actitud? La chica se preguntó entonces porque a ella no le habían puesto una cuerda igual.
Las dos mujeres se acercaron más y más, ya sin pena ni deseos de resistirse.
Con su revolver en mano, Amy Cole caminó con la espalda pegada a la pared de la casa. Volteando rápidamente a ambas direcciones, se acercó a una de las ventanas, que sabía era una habitación, pero no sabía la de quien. Cuidadosamense te asomó, y encontró un arreglado y bien decorado cuarto con un obvio toque femenino, era el de Copper y estaba vacío.
Volteando en ambas direcciones una vez más, la oficial caminó a la siguiente ventana, en esta ocasión se encontró con un cuarto de huéspedes prácticamente vacío. La siguiente ventana era la del cuarto de lavado. Y lo que vio en el cuarto y último aposento, dejó a la joven policía paralizada por la sorpresa.
Dos mujeres yacían en la cama, estaban casi desnudas y amarradas la una a la otra. Ahora Amy sabía porque la joven no había contestado la radio. Antes de que pudiera reaccionar y actuar, sintió algo duro oprimirse contra su espalda.
“sabe que es esto ¿o no oficial?”
Amy asintió lentamente mientras le quitaban su revolver.
“las manos sobre tu cabeza”, continuó la voz.
“Tranquila, lo estoy haciendo”, dijo la Amy mientras hacía lo que le ordenaban, “pero debes saber que hay mucha gente buscándote, lo mejor es que te des por vencida”
“Ahórratelo oficial”, dijo la criminal.
Amy, sintió como le quitaban las esposas de su cinturón.
“tú limítate a hacer lo que te diga, y tal vez vivas lo suficiente para contarle esto a tus nietos”
Amy, con sus dedos entrelazados detrás de la nuca, asintió.
Una de las esposas se cerró sobre su muñeca izquierda, y la manos de la fugitiva le bajó el brazo esposado detrás de la espalda. Tras apretar bien la esposa, la captora cambió la pistola a la mano que sostenía la muñeca esposada de Amy, y su brazo libre fue también bajado desde su cabeza y también esposado. Con la oficial sometida, la criminal la volteó para verle la cara. No habia duda de que era Starr Bell.
“Vaya, vaya”, dijo Starr con una sonrisa burlona mientras veía a Amy, “que bella oficial de policía. Estoy segura de que eres capaz de mantener en orden a todos los hombres del condado, pero me pregunto con que los controlas más ¿ con esto?”, dijo señalando el revolver de la policía, que ahora estaba en su cinturón. “¿o estas?”, dijo manoseando los senos de la oficial.
Amy trató de alejarse, y Starr se rió, lo que llevó a la oficial a recordar su puesto y guardar la compostura ignorando el insulto.
“¿Qué les hiciste a ellas?”, preguntó haciendo un gesto hacia la ventana del cuarto.
“¿por qué preguntas?, ¿te parece entretenido?”, dijo con una sonrisa maliciosa. “pues no te preocupes, porque ahora vamos adentro a acompañarlas. Claro que es mucho más difícil encargarse de que tres personas se puedan divertir tanto como dos, pero buscaré hacer algo especial con usted oficial, nunca he tenido una linda policía para jugar con ella. Ahora muévete”
Starr dio un empujón a Amy, para conducirla dentro de la casa.


19 de noviembre de 2015

Claudia Ramírez atada y amordazada en Lo Imperdonable

Para hoy tenemos un nuevo video de damiselas en apuros en la televisión mexicana. En este caso se trata de la actriz Claudia Ramírez, originaría de Minatitlán, Veracruz.
El personaje de Claudia, Magdalena, es secuestrado al inicio del episodio 75 de Lo Imperdonable, y pasa el resto del episodio en cautiverio, mientras su secuestrador la amenaza con todo lo que la va a hacer sufrir, y como luego va a matar a su amante y su hija.
Hay un par de escenas violentas, donde la golpean, que preferí omitir, pero en el video están todos los momentos donde está amordazada.
Al final del episodio, otro personaje, Verónica es llevada por los malos al hotel donde la tienen amarrada. El episodio acaba en sus penso con las dos mujeres en manos de los villanos, pero lamentablemente la escena no continúe hacia el capítulo 76, pues los héroes salvan a las dos chicas al inicio del mismo. Y no tuvieron el buen tino de esperar siquiera un poquito para darles tiempo de amarrar a Verónica para tener dos damiselas en vez de una.
En fin, tendremos que esperar para ver a la tamaulipeca Ana Brenda Contreras amarrada.




Los amarres no son impresionantes, pero está bien el hecho de que Claudia Ramírez no deja de gemir tras la mordaza, igualmente es un buen detalle que cada que el secuestrador le libera la boca para que hable, y luego la vuelve a silenciar, lo hace desatando la tela de la nuca de la prisionera y volviéndolo a amarrar. Mucho más realista que lo que suele pasar, donde simplemente el actor pone la tela de vuelta en la boca de la actriz sin ajustarlo, dejando que ésta lo sostenga como pueda.
Otro detalle que me gustó mucho, por coincidencia, es que la posición en la que amarran a Claudia, es la misma en la que yo amarré a Camila en uno de los sets que hizo conmigo.
Por cierto mi estudio ya está habilitado para recibir pagos, así que si alguno les interesa, ya pueden comprar las fotos de Camila en bondage.
Saludos y hasta la próxima.


10 de noviembre de 2015

Protestas en contra de la opresión a trabajadoras sexuales

Hoy leí un artículo en El País Semanal sobre la discriminación a la que son sometidas las prostitutas, por cuestiones morales tanto de parte de la derecha como de la izquierda. Estando ambos en contra de que ejerzan su trabajo en libertad al criminalizarlo de un modo o de otro, y de ese modo llevándolas (o los) a esconderse y estar más vulnerables ante abusos de cleintes o de padrotes, pues se les impide manejar su negocio en libertad.
Todo eso me llevó a la internet, donde me encontré una organización estadounidense que lucha contra la violencia a trabajadoras sexuales, y que de vez en cuando hacen eventos en Nueva York. Uno de ellos fue para pedir que el gobierno de Estados Unidos garantize su completo y libre acceso a servicios de salud, y lo más bonito fue la manera en que decidieron mostrar su apoyo a la iniciativa.
Tres activistas fueron a Union Square, donde se pararon en tacones altos y en ropa interior negra. Hecho esto se ataron de manos y amordazaron y se mantuvieron en protesta silenciosa por 86 minutos, que coincidieron con el número de la propuesta que impulsaba el gobierno por su protección, la propuesta 86.
Una de las activistas se vendó los ojos en principio, pero en fotos posteriores ven como su venda luego se vuelve mordaza, al menos en esta foto, la de la derecha no tiene las manos atadas. Pero de cualquier manera es una imagen muy bonita para quien haya paseado ese día por Nueva York, y para los que vemos las fotos. 
 
Espero que su iniciativa haya tenido éxito, y yo en lo personal apoyo en todo sentido la legalización de la prostitución, a la vez que estoy en contra del tráfico humano, pero quien ejerce el oficio en libertad, tiene todo el derecho de hacerlo con respeto y seguridad.


Moral High Ground Gagged protesters Sex Workers


Aparte de la foto principal se subieron otras que acá les comparto: Y pueden ver más del  evento y de la asociación acá http://moralhighground.tumblr.com/
 


Gagged protesters

6 de noviembre de 2015

Léa Seydoux atada y amordazada en Spectre

Sólo vengo hoy con la noticia de que en la nueva película de James Bond, la escena culminante tiene como gracia añadida la presencia de la Chica Bond Madeleine Swann, interpretada por la francesa Léa Seydoux, haciendo de damisela en apuros ala aparecer atada a una silla y amordazada con una mascada roja delgada mientras una bomba amenaza con quitarle la vida.

Lamentablemente la escena no es extensa y no dura más que un par de segundos, Bond la desata y la chica se quita la mordaza ella misma. Como antes he dicho: si ya se tomaron la molestia de atar y amordazar a la actriz ¿por qué no darnos el gusto de una escena un poco más larga para apreciar bien las ataduras? pero en fin.

Queda para la anécdota que, si bien no es la primera Chica Bond que vemos amarrada, si es la primera que aparece amordazada. (esto omitiendo una versión de televisión de Casino Royale hecha antes de que Sean Connery tomara al personaje, y que nos dio una bella Chica Bond atada, amordazada y en una escena larga y extensa que ninguna película ha hecho el más mínimo intento por emular, tristemente.

Estuve buscando fotos para compartirlas, pero hasta ahora no hay ninguna, esperemos que dentro de poco alguien suba las imágenes de Léa amordazada, pues será la única manera de verla bien ya que en pantalla te la pierdes si parpadeas.

Saludos.

3 de noviembre de 2015

La Fugitiva de Frank Knebel, capítulo 3

Pasamos al tercer episodio de la saga de Frank Knebel que hace homenaje a las damiselas en apuros de la televisión de los 50 y 60, pero con muchas más cuerdas y mucho menos ropa. En esta ocasión nuestra protagonista Copper Ryder descubre lo que es estar atada. Espero les guste, y si se lo perdieron aquí están los episodios uno y dos.

Y aquí está la guía de todas las historias de bondage en el blog 

Capítulo Tres  

         Starr Bell pasó un largo lazo de cuerda sobre los hombros desnudos de Copper Ryder, y lo dejó caer hasta alcanzar la parte inferior de sus igualmente desnudos pechos. Cuando jaló el extremo libre dela cuerda, el lazo se ajustó sobre el torso de la chica. Copper soltó un quejido mientras la cuerda se clavaba en su piel desnuda, pero, sentada en su sillón, con sus manos atadas a la espalda, y sus piernas también atadas a la altura de los tobillos y los muslos, había poco que pudiera hacer para detener a su captora. Starr empezó a enredar la cuerda alrededor del cuerpo de la jovencita. Había suficiente para dar varias vueltas.

                “Fue un buen intento niña” Dijo Starr con un falso intento de consolarla mientras trabajaba en inmovilizarla, “Sabías que había algo raro, pero me di cuenta de inmediato, tienes que ser más rápida para engañar a Starr Bell”.

                Ató un nudo en medio de la espalda de Copper. Aún le sobraban varios metros de cuerda, así que starr pasó el extremo de esta entre el brazo derecho de la chica y su cuerpo, rodeó las cuerdas que ataban sus brazos un par de veces en dirección vertical, sacó la cuerda al frente, la pasó encima de su hombro y por detrás de su cuello, haciendo lo mismo en sentido opuesto en su otro lado, dejando firmemente anclada toda la cuerda. Ató en un nudo el final de la cuerda, dio unos pasos atrás y admiró su trabajo.

                “Esto te debe mantener cómoda y quieta”

                Copper probó las ataduras y volteó a ver a Starr.

                “Disfrutaste amarrándome así, ¿verdad?” 

                Starr se inclinó y puso las manos en las rodillas de Copper para estar cara a cara con ella.

                “Sí”, contestó con una amplia sonrisa. “Pero lo que más disfruté fue obligarte a quitarte toda tu ropa excepto tus calzones antes de atarte”.

                Alzó las manos y agarró los dos pezones de Copper entre sus dedos pulgar e índice. Copper se congeló con miedo.

                “De esta manera no cabe duda de quien está al mando, ¿verdad?”.

                Copper estaba conteniendo la respiración y tenía los brazos abiertos como platos. Asintió lentamente y Starr la soltó, se enderezó y rio.

                “Eres más lista de lo que aparentas niña”.

                “No soy una niña”, contestó Copper resentida, “tengo 21 años y puedo cuidarme sola.

                “Sin duda”, se burló Starr, “por eso estás amarrada y con las tetas al aire”.

                “Sí, pues… sólo espera a que mi tío Sky te encuentre”, le advirtió Copper, “Él está afuera con el sheriff y la policía, están tras de ti, te atraparán y lamentarás todo esto”.

                Starr carcajeó de nuevo.

                “Tu tío Sky, ¿eh?, apuesto a que no es más que un…”

                Se detuvo pensativa y vio pensativamente a la chica amarrada.

                “Sky”, murmuró, “y ahora recuerdo que el apellido en tu buzón era Ryder. Escuché ese nombre de parte de un par de amigas en la penitenciaría. Sky Ryder había sido el tipo que ayudó a encerrarlas. Entonces tu tío es un tipo bravo”

                Copper se sintió orgullosa.

                “Será mejor que me desates ahora, mientras tengas la oportunidad”.

                Starr negó con la cabeza.

                “No lo entiendes, ¿verdad chica? Tu tío no intentará hacer nada mientras te tenga conmigo, es perfecto”.

                La alegría de Copper se extinguió. Sabía que la villana estaba en lo cierto. Starr agitó un dedo frente a ella en una juguetona advertencia.

                “Ahora quédate ahí sentadita y se buena, voy a traerte una amiga”.

                Una vez que estuvo segura de que la convicta se había alejado suficiente para no verla, Copper estalló en un furioso intento de aflojar sus ataduras. Pero no logró nada. Entonces revisó con los ojos toda la habitación buscando aldgo filoso para cortar las cuerdas, tampoco había nada.

                Copper gruñó desesperada, necesitaba ayuda, ¿dónde estab Sky?

                Fue entonces cuando recordó la radio que estaba en esa misma habitación. ¿podría alcanzarla y llamar a Sky?

                “Menos mal que no me amordazó”, pensó Copper, “si logro llegar ahí tal vez pueda conseguir ayuda”.

                El único problema es que si llegaba a la radio, estaría de espaldas a la entrada y no vería a Starr ni por la puerta ni por la ventana. Su captora podría volver y sorprenderla a media llamada.

                “¿podría esto ponerse peor?”, se preguntó, “estoy atada de pies y manos y casi desnuda”.

                La desagradable memoria de Starr jugando con sus pezones la hicieron dudar, pero finalmente decidió intentarlo.

                “Tengo que hacer algo”, pensó desesperada.

                “Llamando a La Diadema Voladora, llamando a La Diadema Voladora, habla El Colibrí, me copian”.

                Copper quedó tan sorprendida de oír la voz de Sky en el aparato que se quedó tiesa. ¿la habría también oído Starr?, se estiró para ver fuera por la ventana, vio la parte delantera de la furgoneta de Summer, pero no a la criminal. No había escuchado.

                La llamada se repitió, Copper luchó y se retorció en un desesperado intento de levantarse, y casí lo logra, pero cayó de vuelta en el sillón. Entonces escuchó los pasos de las botas de Starr, había perdido la oportunidad.

                “Colibrí a carros 1 y 4, cambien a frecuencia alterna, cambio”, se oyó por la radio.

                La voz de la mujer policía fue la primera que contestó.

                “Carro 4 a Colibrí. Te copio y espero en la otra línea, carro 4 fuera.”

                El sheriff Winchell también se dio por enterado. ¿qué tramaba?

                Fuera lo que fuera, Copper escuchó y supo que no obtendría ayuda en el corto plazo. Sacudió nuevamente sus manos atadas, conforme los pasos de la fugitiva se acercaban.




                Sky había quedado perplejo cuando su segunda llamada quedó sin respuesta. La primera vez que su sobrina no contestó, que había sido cuando la chica había salido a ver el auto que llegó al rancho. No lo había preocupado, ya que había podido ir al baño o a alguna pequeña tarea en el patio. Pero la segunda, varios minutos después, si era preocupante. Se preguntaba si su sobrina se había visto obligada a escapar del rancho para unirse con sus trabajadores en los pastizales. Si ese era el caso, la radio se pudo quedar encendida y la fugitiva podría oír sus conversaciones, por eso había cambiado a la otra frecuencia, desconocida para Copper. No tenía caso arriesgar que se oyeran sus posiciones y planes.

                Cambió su radio a la acordada frecuencia alterna, sospechando que la fugitiva no sabría suficiente sobre estas comunicaciones para encontrarlos, incluso si lo intentaba

                Dados los últimos reportes, sabía que la oficial Cole era la más cercana a su rancho, así que se comunicó directamente con ella

                “Carro 4, aquí El Colibrí. Carro 4, aquí El Colibrí, ¿me copias Amy?, cambio”

                La oficial Cole se había orillado fuera de un camino mientras ajustaba su radio.

                “Alto y claro Sky, ¿qué pasa?. Cambio”

                “Aún no lo sé. ¿qué tan lejos estás de mi rancho Amy?, cambio”.

                “A unos 20 kilómetros, ¿pasó algo?, cambio”

                “No lo sé, pero Copper no está contestando su radio. Le dije que si veía la menor señal de peligro debía huir a los pastizales del norte. Fred Merrill, mi caporal, y un par de mis hombres están allí. ¿podrías acercarte y ver si está con ellos?, cambio”.

                “Por supuesto, pero no te preocupes, seguro sólo fue a arreglarse al baño, cambio”

                “Espero que así sea, gracias Amy. Cambio y fuera.

                “Carro 4 fuera”

                Amy Cole sacudió la cabeza mientras colgaba su micrófono. Sky Ryder era un hombre muy valiente casi todo el tiempo, pero cuando se trataba de su sobrina era muy preocupón.

                Volvió a arrancar el auto y volvió al camino.




                Cuando la manta acabó de ser desenvuelta, una muy sonrojada y sudorosa Summer Smith apareció parada muy inestablemente en frente de Copper. Starr intentó ayudarla a sentarse lentamente, pero la pobre mujer casi colapsó junto a la chica.

                “¿qué le hiciste?”, reclamó Copper indignada.

                Starr se movió atrás del sillón y aflojó el nudo de la mordaza de Summer.

                “Relájate niña, no le hice nada. Le daré un poco de agua y estará como nueva una vez que se refresque.

                Cuando la criminal desapareció en la cocina, Copper se acercó a Summer, quien recostó su cabeza en el hombro de la prisionera más joven. Los celos y enojo de Copper estaban olvidados, y de momento sólo sentía preocupación por su vecina.

                “estás bien Summer?”, le preguntó, “¿te lastimó?”

                Summer aló la cabeza y negó débilmente.

         “Te dijo la verdad Copper” dijo tomando aire, “me amarró, me amordazó y me envolvió en esa manta, pero eso es todo. Estaré bien”.
                Entonces vio con solemnidad a la chica atada.

                 “Sólo lamento que también te haya atrapado a ti”

                Copper le sonrió.

                “No te apures, Sky nos sacará de esto”.

                Starr regresó con el vaso de agua que Copper había dejado en la cocina.

                “Vaya, si ustedes hacen una muy linda pareja”, comentó, “parecen un par de amiguitas en una pijamada. Veo que podemos llegar a divertirnos mucho las tres”

                Acercó el vaso a los labios de Summer y lo inclinó para que pudiera beber. Copper la vio hoscamente.

                “Debes ser una sádica, atando y amordazando a una mujer inocente y dejando que se rostice debajo de todas esas mantas”, la retó la joven.

                “Pero vaya, ¿cómo me puedes acusar así?” contestó Starr reprochándola burlonamente, “Aquí estoy librándola de su mordaza para darle agua, además de que les hago el favor de amarrarlas a las dos en lugar de matarlas a tiros, y lo único que obtengo son insultos”.

                Summer terminó el vaso, viéndose notablemente repuesta.

                “¡Eso!, ¿no te sientes mejor?”, luego mostró una sonrisa maliciosa a las dos prisioneras y negó con la cabeza.

                “Pero tenemos un problema”, declaró, “ustedes dos no combinan”

                Volteó alrededor del cuarto y caminó al mueble donde estaba la radio, poniéndose a revisar los cajones. Copper y Summer se voltearon a ver inquietas.

                “¡Aja!, aquí está lo que buscaba”, anunció Starr.

                Volteando les mostró un par de tijeras.

                “¿Qué vas a hacer?”, preguntó Copper

                Starr hizo una mueca a las dos.

                “No te pongas dramática chica, sólo voy a ayudar a tu amiga a refrescarse más. Cualquier brasier que tenga que levantar tanto peso como el de ese par de tetas que tiene, debe ser muy caluroso.

               Caminó hacia Summer, y pasó las tijeras bajo el tirante de su sostén, cortándolo en dos. Después alcanzó la parte de atrás de la prenda de la ranchera, lo desabrochó y lentamente se lo quitó. El sujetador se atoró un par de veces en las cuerdas que la ataban, por lo que la criminal tuvo que darle un par de jalones para quitárselo bien.

                “Esto está mucho mejor”, declaró, “Ahora si están igualmente desnudas, y se ven preciosas con esas ataduras”.

                “Espera un poco y vas a lamentar todo esto”, le advirtió una enfurecida Copper.

                “Relájate niñita”, dijo la fugitiva sin darle importancia, “si las dos cooperan, estar amarradas es lo peor que va a pasarles”. 

                Volteó a ver el pasillo, recogió el sostén de Summer y la ropa de Copper y continuó.

                “Así que empiecen a cooperar ahora, quedándose calladas mientras voy a revisar el resto de la casa. A lo mejor encuentro algo que pueda servirme. 

                Se fue por el pasillo, y el par de cautivas oyeron una puerta abrir y cerrarse al fondo. Copper empezó de nuevo a luchar contra sus cuerdas, con mucha energía, gimiendo por el esfuerzo de tratar de moverse. Summer vio resignada a la jovencita.

                “Será mejor que no te agobies Copper”, le aconsejó, “Yo intenté desatarme por más de una hora, y no tuve ninguna suerte a pesar de que el sudor debió ayudarme a escurrirme. Es muy buena con los nudos”.

                Copper siguió retorciéndose

                “Aunque creyera que es inútil, no voy a darle el gusto de rendirme”, dijo la chica entre dientes, “le escupiré antes”.

                Summer la vio con un poco de ternura.

                “No la provoques”, le suplicó, “ya estamos casi desnudas y fuertemente amarradas, y tiene una pistola a su disposición. Si estamos así sin haberle hecho nada, no quiero pensar que será de nosotros si la enfadamos.”

                Copper dejó de luchar, sabía que Summer tenía razón.

                Fuera de la habitación, se escuchó la puerta volver a abrirse, pasos cruzar el pasillo, y otra puerta abriéndose y cerrando.

                “No podemos sentarnos aquí y hacer nada”, protestó Copper.

                “Tenemos que esperar una oportunidad”, dijo Summer, “¿Hay algo que podamos usar para cortar las cuerdas?”

                Copper negó.

                “Sky tiene un cuchillo en su cuarto, y hay otros en la cocina. Pero seguro que está en el cuarto de tío, y estando como estamos no llegaremos a la cocina sin que nos oiga”.

                Summer vio alrededor, y señaló la radio con la barbilla.

                “¿qué hay de eso?”, preguntó susurrando.

                “Sky trató de comunicarse mientras ella estaba fuera trayéndote del auto”, contestó Copper también susurrando, y viendo al pasillo para ver que no la oyeran, “traté de alcanzarla, pero no pude levantarme. Cuando no respondí, hizo que el sheriff y las patrullas cambiaran de frecuencia, a lo mejor sospecha que hay problemas”.

                “Entonces, tenemos que esperar a que venga, y conservaremos nuestras fuerzas para ayudarlo entonces de cualquier manera posible, incluso si no podemos soltarnos”.

                Una puerta se abrió de nuevo y los pasos de Starr se acercaron, hasta que la villana reapareció. Traía varios pañuelos de Sky y un rollo de cinta adhesiva.

                “Tienen una casa muy linda niña”, dijo sinceramente, “hay un montón de cosas útiles. Espero que hayan tenido una agradable plática mientras no estuve, porque vamos a hacer un par de cambios”.

                Summer y Copper se vieron inquietas

                “¿A qué te refieres?”, preguntó Copper.

                Starr estaba haciendo bola uno de los pañuelos.

                “Bueno, supongamos que algún vecino toca la puerta para pedir un poco de azúcar, o simplemente por venir a charlar un rato. Si eso ocurre, todas esas cuerdas y sus tetas al aire van a ser difíciles de explicar. Así que tengo que ponerlas donde nadie las vea, y asegurarme que estén muy calladas. Creo que ambas saben lo que eso significa”.

                Les sonrió un momento y volvió a su trabajo. Desenvolvió una tela grande, y puso el pañuelo en bola en su centro. Luego dobló la tela por la mitad, hasta dejar la bola cubierta y en su centro.

                “¿A quién le toca primero?”

                “De ninguna manera vas a ponerme eso en la boca”, gritó Copper impotente.

                “¡Ah!, tenemos una voluntaria”

                Copper cerró su boca fuertemente, mientras Starr se le acercaba.

                “Esa no es amnera de comportarse, maleducada”, le dijo.

                Copper la vio feo, sin abrir la boca.

                “Se buena con Starr”, le dijo con una voz exageradamente aguda.

                “Sacando las manos, tomó una vez más los pezones de Copper entre sus dedos, haciendo una voz de caricatura.               

                “O Starr va a tener que hacerte daño”

                La mirada d eenojo de Copper fue remplazada por una de alarma, y reticentemente, abrió la boca, dejando que Starr le metiera el bulto de tela. Obedeciendo el gentil toque de la criminal, Copper volteó la cabeza para que Starr pudiera amarrar la tela en su nuca.

                “Eres lista de hacer esto de la manera fácil”, dijo mientras trabajaba, “Nos ahorrarás mi sudor y tus lágrimas, y será más fácil para ti”.

Cortó tres largos pedazos del rollo de cinta y los oprimió sobre toda la parte inferior de la cara de Copper, sellando la mordaza dentro de su boca.

                “¡Ay qué linda!” dijo con un tono agudo, como si estuviera expresando su aprobación por el nuevo corte de pelo de una amiga. “Ahora vamos a ver como le queda el mismo estilo a tu amiga Summer, estoy segura de que no se opondrá”.

                Summer vio con tristeza a Starr, mientras enrollaba otro pañuelo en bola dentro de una larga tela. Cuando la mordaza estuvo lista la acercó a la boca de Summer. La ranchera no dijo nada, y abrió la boca resignada. La boca fue rellenada y sellada cuidadosamente con más cinta.

                “Supongo que con esto el güiri güiri disminuirá bastante”, comentó Starr mientras admiraba su trabajo con aprobación.

                Las dos mujeres atadas intercambiaron una silenciosa mirada de preocupación mientras su captora se regodeaba. La mujer agarró entonces a Summer por un codo y la ayudó a levantarse.

                “Vamos preciosa, tenemos que ir a otra parte”

                Con la ayuda de Starr, Summer logró levantarse. Cuando lo hizo, la fugitiva le señaló hacie el pasillo.

                “Vámonos”.      

                Summer vio hacia donde su captora señalaba, y luego vio de nuevo a Starr. Murmuró algo detrás de la tela que la silenciaba, lo cual no se entendió, pero obviamente era un “¿cómo?”

                “Salta como una conejita”

                Con Starr sosteniéndola por un brazo, la indefensa prisionera empezó a saltar en la dirección indicada. Cuando alcanzaron el umbral Starr se detuvo y volteó hacia Copper.

                “No te vayas lejos lindura, vuelvo por ti en un minuto”

                Copper oyó los saltos que se alejaban por el pasillo, una vez que desaparecieorn por la puerta, y luego escuchó una puerta abrir y cerrarse.

                “Se llevó a Summer a la habitación de Sky” pensó la chica mientras intentaba liberarse desesperada, “¿qué nos piensa hacer allá adentro?”