9 de noviembre de 2010

Historia perdida, Final

Concluimos la historia con dos epílogos, en la original ambos eran parte del último capítulo, pero yo decidí separarlos y agrandarlos un poquito. Saludos y espero que hayan disfrutado todos los capítulos.



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Epílogo 1

Cuatro de la mañana con cinco minutos, el relevo de Olivia llegó un poco tarde, yo ya estaba esperándola en la entrada, sentada tranquilamente en una silla mientras leía mis revistas.
-Hola -saludó amablemente al entrar- ¿Dónde está Cecilia?
-Hola -respondí- Cecilia tuvo un contratiempo el día de hoy, me mandaron a mi a suplirla, supongo que debo presentarme, soy Palmira -dije dando un nombre distinto al de antes para esconder aún más mi identidad.
-Gusto en conocerte, yo soy Libertad. ¿y Olivia?
Hemos tenido nuestros problemas esta noche -le conté señalándole la estática en las pantallas- el sistema de vigilancia se cayó por completo, Olivia lleva una hora tratando de repararlo mientras yo me quedé vigilando.
-Vaya cosa más rara, esto nunca nos había pensado.
-Bueno, ya que estás aquí ¿por qué no vamos a ver como le va a Olivia y de paso le avisamos que llegaste?
-perfecto, vamos.
Caminamos por el pasillo hasta el cuarto de máquinas, al llegar ahí me coloqué detrás de Libertad y mientras ella abría la puerta con su tarjeta yo mojé mi franela con cloroformo sin que ella me viera, al estar ella al frente entró delante de mi al cuarto.
-¡Dios mío! -gritó sorprendida al ver a Olivia desnuda y atada en el suelo.
-Mmmppphhh, Mmmppphhh -gritó la cautiva alertando a la recién llegada del peligro.
Yo me abalancé sobre Libertad y cubrí su nariz y boca con el trapo con el cloroformo mientras usaba mi brazo libre para contenerla. Al oír los ruidos de la pelea Olivia se calló. La chica peleó valientemente, pero al final, como todas, fue vencida por el químico y quedó dormida en mis brazos.
-¿mmmppphhh? -cuestionó Olivia tras su mordaza queriendo saber el resultado de la batalla que la mascada sobre sus ojos le ocultaba.
-Te prometí que iba a traerte una compañera de juegos.
-Mmmmpppphhhh, mmmppphhh -respondió ella frustrada mientras sacudía sus manos encadenadas con toda la rabia que guardaba, sabía que su única oportunidad de ser liberada se había esfumado y que ahora no le quedaba sino esperar hasta las ocho de la mañana a que llegaran las nuevas guardias y el resto de los trabajadores para que las hallaran y finalmente soltaran de sus ataduras.
Yo desnudé a Libertad y le metí su ropa interior color azul en la boca. Mi material ya era escaso, así que use los últimos vendajes elásticos para vendarle los ojos y luego no tuve otra opción más que usar cinta plateada para completar su mordaza, le puse tres pedazos de cinta sobre la boca, sellándosela bien, pero asegurándome de no atrapar sus cabellos con el pegajoso material.
Usé sus esposas para encadenarle las manos al frente mientras pensaba en la ironía de su nombre, y luego saqué mis últimas cuerdas. Si no hubiera atado a la traidora jefa con cinta se me hubiera acabado el material para amarrar a esta última chica y eso hubiera sido una lástima.
Amarré sus tobillos y luego la dejé en el suelo, volví a mojar la franela con cloroformo y me acerqué a Olivia.
-Voy a tener que dormirte de nuevo amiga, lo siento por ello pero voy a tener que soltarte un poco para lo que estoy planeando y no quiero que te me estés resistiendo.
-mmm, mmm. -dijo ella mientras negaba con la cabeza.
-estás completamente indefensa, no hay nada que puedas hacer para evitarlo, no te resistas y acabaremos más pronto.
Olivia volvió a negar, pero una vez que le tapé nariz y boca no se resistió y respiró el químico resignada, debido a esto decidí ser compasiva y no la dormí completamente, dejándola solo lo suficientemente mareada para que no luchara contra mi, le desaté las rodillas y la solté también de la cuerda que mantenía sus piernas extendidas, luego la moví para que estuviera recostada sobre su costado.
Acerqué a Libertad y la puse frente a ella, también sobre su costado pero en dirección opuesta de modo que la cabeza de Libertad estaba frente a la vagina de Olivia y viceversa.
Teniéndolas así amarré los tobillos de Libertad al mueble donde las manos de Olivia estaban encadenadas, y luego con una larga cuerda até las manos de la recién llegada al mueble al otro extremo de la habitación, de modo que las tuviera completamente estiradas sobre su cabeza, después volví a amarrar en ese mismo lugar las piernas de la oficial de piel oscura. Saqué mas cuerdas para atar juntos los cuerpos de las dos mujeres: una cuerda la amarré alrededor de la cintura de Olivia y los omoplatos de Libertad, la otra a media espalda de cada una y la última en la cintura de Libertad y los hombros de Olivia, ahora no podían separarse la una de la otra, pero aun no terminaba, solo me quedaban tres cuerdas y había que darles algún uso.
Amarré la primera alrededor del cuello de Libertad de modo que quedara con un largo extremo libre, como si fuera una correa, ese extremo lo pasé entre las piernas de Olivia y lo amarré a las cuerdas en la espalda de esta, el resultado fue que Libertad tenía que doblar su cabeza y su boca quedaba oprimida sobre los genitales de Olivia, luego repetí el proceso con la otra chica.
Usé la última cuerda para amarrar las rodillas de Libertad lo cual sirvió además para que pegara sus muslos y atrapara más fuertemente la cabeza de Olivia entre sus piernas, luego volví a amarrar las rodillas de Olivia como estaban antes. Mientras hacia esto las dos chicas despertaron: Olivia que había estado semiconsciente ya sabía lo que les había hecho, pero Libertad seguramente te llevó una sorpresa al despertar desnuda, atada, amordazada, vendada y con la cara metida en el coño de su amiga.
-Mmmppphhh, mmmppphhh -se quejaron ambas.
-Lo siento chicas, pero esto es todo lo que puedo hacer por ustedes, el resto de la diversión depende de ustedes.


Epílogo 2

Caminé por el estacionamiento de vuelta a mi automóvil, abrí la puerta del copiloto y guardé en la guantera todo lo que había robado, después abrí la cajuela.
-¿Cómo te la has pasado, señorita Méndez?
-Mmmppphhh, mmmppphhh -respondió la mujer que estaba dentro de mi cajuela.
Había tenido la suerte de encontrarme a la espía que Estefanía había contratado en el estacionamiento, justo antes de empezar mi misión, y había logrado someterla, mientras yo hacia mi trabajo ella había estado metida en mi cajuela inmovilizada con un aparato especial que la mantenía en un riguroso hogtie, estaba amordazada con una ball-gag y con una venda sobre sus ojos.
-te perdiste de todo un espectáculo ahí adentro, siete personas fuertemente atadas y amordazadas, te hubiera encantado vivirlo, lástima que en lugar de eso te tocó compartir su predicamento.
-mmmppphhh.
-pero no te preocupes, yo vengo excitadísima y tanto tú como yo merecemos un poco de diversión, ahora iremos a mi departamento y ahí me voy a divertir un rato contigo, y me aseguraré de que también la pases muy bien, así es, vas a ser mi obligada compañera de juegos esta noche.
-nnnppphhhh, nnpphh.
-No te preocupes, cuando acabé te dejaré atada y amordazada en algún lugar donde alguien te encuentre, y luego decidirás si quieres volver a probar suerte en este negocio, pero hoy saliste perdiendo, te cruzaste con la mejor en nuestro gremio, Jajajajaja.
Cerré la cajuela, encendí el motor y salí del lugar, dentro de poco sería millonaria, pero no por eso renunciaría a este trabajo, ya saben lo que dicen, para triunfar en la vida hay que hacer lo que amas, y yo amo el bondage.

Fin

2 comentarios:

  1. Excelente relato, amigo. Primera vez que leo un relato de este tipo, tan extenso y de calidad, en castellano. Al comienzo tuve mis expectativas, pensé que sería algo sencillo, pero quedé sorprendido. ¿Originalmente de dónde es el relato? ¿Fue una película que viste, o un relato en sí?

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  2. Una súper historia, estaría genial saber como se divertirá con la ultima chica

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