29 de octubre de 2012

La Criminal Involuntaria - Capítulo 5


Penúltimo episodio de mi primera historia de bondage original.

Todas las historias de bondage publicadas están aquí 

Capítulo 5

Las manos de Griselda ya le dolían mucho después de estar colgando por varios minutos con las cuerdas que la ataban apretándose mucho alrededor de sus muñecas. El poco tiempo que había estado colgada le habían mostrado lo tonto que era resistirse, después de todo estaba indefensa y Julia le iba a hacer todo lo que quisiera, tratar de evitarlo sólo provocaría que su captora se enojara y la hiciera sufrir como ahora, lo mejor era cooperar de modo que su cautiverio fuera tan llevadero como fuera posible y esperar que Paulina la rescatara pronto. Una vez que llegó a esta conclusión decidió decirle a Julia lo que quería para que la bajara, qué importaba si decía unas palabras sonsas si en el fondo tanto ella como su enemiga sabían que era mentira, era más importante evitar salir lastimada de la situación; ahora sólo tenía un problema. Julia no estaba y no podía pedirle que la bajara, además de que no sabía cuanto iba a tardar en volver. Le había dicho que no tardaría, pero por lo que sabía podía quedarse suspendida por horas.
Supuso que a lo mejor no estaba lejos e intentó llamarla, pero entonces descubrió con frustración de que la mordaza de bola era muy efectiva y el sonido que lograba hacer nunca saldría de la nave industrial, además y como su lengua estaba inmovilizada por la bola le costaba tragar su saliva y al intentar gritar babeo por todos lados lo cual le dio mucho asco, sobretodo al ver que una vez que la saliva empezó a escurrir ya no podía detenerla, era vergonzoso.
Frustrada pataleó en el aire, lo cual sólo causó que comenzara a balancearse de nuevo, tras la mordaza soltó unos gemidos quejándose mientras intentaba contener las lágrimas causadas por lo indignada que se sentía. Una cosa era obedecer lo que Julia le dijera, pero otra muy distinta era mostrarse derrotada, eso si que nunca lo haría.
Estaba empezando a resignarse a soportar el dolor un largo rato, cuando Julia volvió a entrar al lugar, al verla Griselda reaccionó ansiosa, urgiéndola a que la soltara.
-Mmmppphhh, mmpphhh.
-Vaya, alguien está ansiosa -dijo la ladrona acercándose pausadamente hasta quedar frente a frente con la estudiante a quien tomó de la barbilla.
-¿Hay algo que quieras decirme?
Griselda asintió resignada.
-Bien -dijo Julia aflojando las correas de la mordaza y sacándole la bola de la boca.
La indefensa muchacha recogió la saliva con su lengua y guardó silencio unos segundos.
-Te escucho -la apuró Julia.
-Me da mucho gusto verte y estar contigo -dijo Griselda en un tono de voz bastante discreto, pero que para Julia fue suficiente.
-¿en serio? ¿y te gusta estar atada?
Griselda no esperaba esta pregunta y subió la mirada para tratar de adivinar que respuesta quería la secuestradora, aunque no le era difícil suponerlo.
-Sí -contestó, me gusta que me ates.
-Que bueno, entonces estarás contenta porque vas a estar amarradita todo el tiempo. Pero no te preocupes, dado que hiciste lo que te pedí te voy a bajar de allí.
La chica agradeció el sentir como la bajaban, en cuanto tocó el suelo la presión sobre sus muñecas se relajó y el dolor paró.
-Ves como es más fácil hacer lo que te digo -dijo Julia- Y dado que estás tan feliz de estar conmigo ahora se que podemos divertirnos juntas sin problemas.
Julia acarició cariñosamente la mejilla de Griselda retirando los cabellos que caían sobre su rostro y bajando su mano por su nuca lenta y sensualmente. La estudiante se vio tentada a detenerla, pero se resistió y, tragando saliva, dejó a Julia tocarla esperando que no fuera demasiado lejos.
Tras dejar a Dulce e Inés atadas, Paulina y la otra ladrona salieron del consultorio y se alejaron caminando, anduvieron durante quince minutos sin cruzar palabra; Paulina no sabía que decir a la criminal y esta simplemente siguió hasta considerar que estaban lo bastante lejos de sus más recientes víctimas.
Cuando se detuvo estaban en un parque, y la villana hizo un gesto con la mano para indicar a la universitaria una banca a la sombra de un árbol, en la cual se sentaron.
-¿cómo te llamas chica?
-Paulina.
-Muy bien Paulina, yo me llamo Lilia y supongo que ya debes tener muy claro quién soy.
-Sí.
-Ok. Pero yo no sé nada de ti, así que dime todo lo que necesite saber.
-Tu compañera me investigó en Facebook, y supo que conocía a Dulce, por lo cual se metió a mi departamento anoche y secuestró a mi amiga Griselda, me dijo que si quería volver a verla tenía que ayudarte a escapar, así que sin quererlo tuve que ayudarte. Ahora dependo de ti y de que cumplan su palabra para volver a verla.
-No te preocupes chica, somos una especie en extinción, pero somos criminales con honor. Cumplimos nuestra palabra y no lastimamos a nadie si no nos vemos obligadas a ello.
-Sin embargo amarran mujeres por gusto.
-Una pequeña libertad que nos tomamos, pero aunque estoy seguro de que ahora te parece lo peor que te puede pasar, si lo piensas es mejor que muchas otras alternativas ¿no?
Paulina guardó silencio.
-Me dijo que tenías que ir a Tampico, que era una clave que tú entenderías.
-Perfecto, a Tampico iremos y tu amiga estará bien, pero no podemos llegar sino en auto, así que necesitamos buscar un vehículo -Lilia se puso de pie- andando.
Al no poder ver nada Inés no sabía cuanto tiempo llevaba atada, lo único que sabía es que ya había pasado un largo rato, pues había luchado por soltar las esposas hasta cansarse. No quería que sus compañeros la encontraran como estaba, completamente indefensa y humillada con sus pechos expuestos, pero no podía evitarlo pues no podía soltarse a si misma. Lo más frustrante de todo es que cada minuto que pasaba la ladrona y su secuaz estaban más lejos y volverlas a capturar sería más difícil. Pero sin duda, después de esto Inés haría su misión personal atrapar a las dos mujeres y hacerlas pagar por esta humillación.
Lilia y Paulina llegaron hasta el estacionamiento del parque, el lugar era pequeño pues desde hace unos años la administración municipal llevaba a cabo una política ecológica que beneficiaba el transporte en bicicleta y transporte público en vez de los contaminantes autos, por lo que todos los estacionamientos de la ciudad se habían reducido para convencer a la gente de buscar alternativas. En el lugar había sólo un coche.
-Ahí nuestro transporte, pero si hay algo que no se es encender motores sin llave, así que tendremos que esperar a el chofer para convencerlo de que nos de la llave.
Así las dos mujeres se dispusieron a esperar, y el tiempo se alargó más de lo que habrían querido y ambas empezaron a temer que el dueño del auto no fuera a recogerlo, pero finalmente, y ya con el sol en el ocaso una joven mujer vistiendo ajustados TOP y shorts deportivos apareció trotando por el camino y sin notarlas se acercó al coche.
Lilia se acercó rápidamente enfundando la pistola de la policía que había llevado consigo y encajó el cañón del arma en las costillas de la corredora, quien debido a que tenía unos audífonos con música en los oídos nunca la escuchó venir
Espantada la mujer dio rápidamente la vuelta y sus ojos negros vieron fijamente los de la criminal.
-Voy a necesitar tu coche, espero que no te importe.
Dulce escuchó las sirenas de varias patrullas en la calle y supo que pronto la encontrarían, la enfermera se preguntaba por qué había pasado tanto tiempo antes de que empezaran a buscarlas, ¿por qué no se habían preocupado antes por el hecho de que la policía no volviera y no se reportara?, en ese caso sin duda su consultorio sería el primer lugar donde debieron haber buscado. Esta tardanza no sólo había causado que la ladrona hubiera escapado y que ahora probablemente nunca la encontraran, sino que había causado que el tiempo que tuvo que esperar atada y amordazada en su ropa interior hubiera sido mucho mayor de lo que debió ser. Estaba ansiosa por que la soltaran para poder volver a ver, mover las manos y beber un vaso de agua para hidratar su boca, reseca después de estar rellena con gasa durante horas. Las sirenas pararon y al poco escuchó como la puerta se habría. Instintivamente trató de cerrar las piernas para que no tuvieran una vista tan clara de sus calzones, pero las cuerdas que ataban sus pies se lo impidieron y tuvo que soportar la vergüenza que sentía sólo de imaginarse a un policía viéndola en silencio en esta situación.
-Aquí están -avisó una voz masculina mientras las dos muchachas gemían tras sus mordazas pidiendo que las soltaran.
Teresa intentaba mantenerse calmada mientras conducía su auto, la razón de su estrés era que a su lado una mujer le apuntaba con una pistola para evitar que hiciera algún movimiento inesperado. La chica de cabello y ojos negros había ido al parque como cada tarde para librarse con un poco de ejercicio de las tensiones del día, pero al terminar su sesión había sido sorprendida por esta y otra chica muy joven quienes le habían dicho que querían su auto. Teresa pensó que sólo era un robo y les dio las llaves, pero entonces fue sorprendida cuando la mujer del arma, quien sin duda era la líder de las dos, le había dicho que se la llevarían a ella junto al carro, y no sólo eso, sino que le pidieron que manejara hasta su casa. La chica no podía oponer resistencia pues no quería que la mataran, pero tampoco quería llevarlas a su hogar donde no sabía que le harían a ella y a su amiga que vivía a su lado.
Sin saber que hacer la chica las llevó hasta su casa, y al apagar el motor soltó las manos y se quedó sentada esperando.
-Baja, y vamos adentro -le dijo la mujer a su lado.
Desde que las encontraron la policía rápidamente se organizó para buscar a la prisionera fugada y a su cómplice, tras hablar con Dulce, quien afortunadamente tenía su ropa de civil para cubrirse, averiguaron la identidad de Paulina y un par de patrullas fueron a su casa. El resto de las unidades empezó a patrullar la ciudad con la esperanza de encontrarlas. Sin embargo Inés se mantuvo ajena a todo esto, la razón: seguía con las manos y los pies encadenados pues nadie había podido encontrar las llaves de las esposas, indignada la policía tenía que esperar a que sus compañeros fueran a la comisaría por una llave maestra que finalmente la soltara. Una compañera mujer de la fuerza le había hecho el favor de acomodarle el sostén y abotonar su blusa para cubrir su pechos desnudos, pero sus pantalones habían sido robados y sus piernas y calzones aún estaban a la vista de todos; no quedaba sino ser paciente, pero su indignación aumentaba segundo a segundo.
-¿Volviste Teresa? -preguntó Aurora al oír la puerta abrirse, al asomarse desde la cocina vio a su amiga con un rostro en el que parecía estarle pidiendo perdón. Detrás de ella había otras dos mujeres, una de ellas con una pistola.
-¿Qué quieren?
-No te preocupes rubia -le dijo Lilia notando su hermosa cabellera dorada- sólo necesitamos un lugar donde pasar la noche, no nos den problemas y todo estará bien.
Consternada, pero manteniendo la calma, Aurora asintió.
Abril llevaba tanto tiempo atada y sin mover un músculo que ya no sabía si había estado allí horas, días o semanas. Su bondage era tan fuerte que a pesar de intentar por horas aflojar aunque fuera un poco las ataduras, estas se mantenían firmes y sin ceder. La chica estaba agotada y desde hace un tiempo dormitaba, ya que era esto lo único que podía hacer, aunque cualquier ruido en la calle la ponía alerta con la esperanza de que se tratase de algún héroe que la rescatara. Sin embargo se mantenía sola, inmóvil y desesperada.
Tenía hambre, sed, ganas de moverse y sobretodo de aliviar el cosquilleo que sentía entre las piernas provocado por la cuerda que presionaba sus genitales y que no la dejaba tranquila.
La chica se puso en alerta cuando escuchó sirenas detenerse cerca. ¿era posible que alguien hubiera reportado su desaparición y que la estuvieran buscando? Aunque no podía ver nada Abril levantó la cabeza hacia donde estaba la puerta y esperó, y esperó. Pero nadie entró, parecía que finalmente la patrulla iba a otra parte y que ella seguiría aguardando un rescate, probablemente hasta el día siguiente. Por enésima ocasión durante el día empezó a sollozar.
Abril, no sabía que en esos momentos los oficiales revisaban el duplex de abajo en busca de evidencia de la relación entre su vecina Paulina y una criminal fugada, pasó aún una media hora en la que éstos recolectaron pruebas, pero finalmente alguien sugirió que preguntaran a la vecina si habíha visto algo sospechoso, y fue entonces cuando un policía subió y tocó a su puerta.
-MMMPPPHHH -gritó Abril con todas sus fuerzas, tenía que lograr que la oyeran, no soportaba un minuto más -MMMPPPHHH -a sus oídos sus gritos eran desesperadamente bajos y pensaba que nadie la oiría. Pero para su fortuna el policía afuera tenía muy buen oido pues nunca se lo había echado a perder colocándose audífonos en las orejas o acudiendo a fiestas ruidosas, y alcanzó a escuchar un leve murmullo que le llamó la atención.
Abrió la puerta, prendió la luz, y entonces vio frente a el la hermosa figura de una chica completamente inmovilizada, amordazada y con los ojos vendados. Mientras esta seguía mmmppphheando sin parar el oficial la contempló unos segundos, sus pechos expuestos eran preciosos, las bragas, única prenda que la cubría, hacían muy poco para darle discreción a su cuerpo y en general su figura era envidiable. Tras volver a la realidad se apresuró a acercarse.
-No se preocupe señorita, va a estar bien -le dijo mientras le quitaba la venda.
Abril cerró los ojos para acostumbrarse a la repentina luz después de pasar todo el día a oscuras, luego su hermosa y agradecida mirada se plantó sobre el policía que le aflojaba la mordaza, tras tanto tiempo atada ya no le importaba que la viera en esa humillante posición, es más que la viera desnuda le parecía un justo premio por liberarla, era su héroe.
Lilia permitió a Aurora y Teresa cenar tranquilas junto a ellas en la mesa, sólo dejó la pistola a su alcance y a la vista de las muchachas para quitarles cualquier tentación de intentar algo. Su compañera Julia las hubiera amarrado desde el primer momento, pero ella prefería tomar las cosas con más calma, no le interesaba hacer sufrir a sus víctimas de ninguna manera y si podía tranquilizarlas antes de someterlas lo hacía; así garantizaba su cooperación y ayudaba a que la experiencia no fuera tan traumática y a que incluso fuera disfrutable. Eso sí, una vez que llegaba el momento de atar lo hacía muy bien y no se privaba de ver los cuerpos de las mujeres a quienes tenía en su poder.
Paulina que se había mantenido callada desde el parque sólo observaba y notó la diferencia entre las dos criminales, ya le hubiera gustado que fuera Lilia quien se metiera a su casa anoche, de modo que la hubiera dejado comer y tranquilizarse antes de inmovilizarla, le llamaba la atención la diferencia entre dos compañeras, pero supuso que sus técnicas hacían que ambas se complementaran.
La cena terminó y Lilia se puso de pie.
-Chicas, lo lamento pero voy a tener que amarrarlas para que no hagan nada indebido mientras dormimos, no se preocupen, no les pasará nada y tal vez descubran que esto les gusta.
Aurora y Teresa se vieron con una mirada que Paulina no supo como interpretar y ninguna se quejó.
-Las ataré de modo ligero para que duerman cómodas, pero mañana que nos vayamos las tendré que amarrar y amordazar muy bien ¿Ok?
Las chicas asintieron y prometieron no resistirse.
Minutos después cada chica estaba en su cama, un trozo de cinta plateada les sellaba sus labios y sus muñecas estaban amarradas a la cabecera del mueble con más cinta. Sus pies no fueron atados. Lilia no estuvo segura pero le pareció que los ojos de Teresa estaban un poco decepcionados por esto, pero no se detuvo a pensarlo.
Con las amigas atadas Lilia y Paulina se acostaron a dormir en los sillones de la sala donde se taparon con unas cómodas mantas de franela, el día había sido agotador y a pesar del nerviosismo la estudiante se durmió rápido con la esperanza de que mañana todo terminara.
En la fábrica abandonada Griselda también deseaba que todo terminara mañana, Julia había cumplido su promesa de mantenerla atada y de disfrutar con ella, aunque el gozo sólo había sido para la captora y no para la prisionera que odio todo lo que le pasó. Ahora de noche sólo esperaba que la dejaran dormir.
La chica estaba sobre un sillón, tenía las manos amarradas a la espalda con cuerda, sus codos también estaban amarrados tan cerca como era posible el uno del otro lo que la obligaba a sacar sus pechos hacia el frente, sus brazos estaban amarrados a su cuerpo por arriba y debajo de sus senos y sus tobillos estaban también amarrados. A lo largo del día Julia le había quitado su Top y ahora sólo vestía sus boxers, sus pezones estaban completamente erectos pues aunque no lo quería Griselda no podía evitar estar excitada; a su lado, vestida sólo con lencería, Julia veía la tele para distraerse, pero mientras hacía esto su mano estaba ocupada. Desapareciendo debajo de los boxers de la indefensa Griselda la ladrona se ocupaba de masturbarla lentamente, llevándola poco a poco a un clímax que la estudiante no podría evitar. Una traviesa sonrisa se reflejaba en el rostro de la criminal, le encantaba imaginar lo mucho que Griselda desearía detenerla y como las cuerdas que la sujetaban se lo impedían y la obligaban a recibir esta indeseada atención y ese enorme gozo que sería tan bienvenido, si proviniera de cualquier otra persona.

25 de octubre de 2012

El Bondage en Día de los Inocentes

El lunes les comenté que se estrenó otra película con interesante contenido de Bondage, pero que se tenían que apurar a verla porque sólo se estaba exhibiendo en una sala, Cinépolis Interlomas, por lo cual resultaba muy dudoso que sobreviviera más de una semana. Mañana veremos si se exhibirá una segunda, pero por lo pronto aquí les traigo información e imágenes del bondage en la cinta.

La película se llama Día de los Inocentes (The Eves) y se basa en una historia real de un grupo de spring breakers que acaban metiéndose en problemas con un asesino en serie.
Hay tres actrices que en algún momento son atadas y amordazadas con cinta, ellas son: Corrie Loftin, Cathy Baron y Amelia Meyers a quienes para empezar aquí tenemos enjauladas.


Día de los Inocentes
Corrie Loftin es a la primera que vemos amarrada, sus dos amigas intentan escapar y se meten a un camión donde ella está prisionera, ahí la vemos con los labios sellados con cinta plateada y llorando de miedo, sus amigas se meten al camión con ella pero no le quitan la mordaza mientras discuten que hacer, tras un rato finalmente la sueltan, pero entonces el asesino que las persigue aparece agarrándolas de nuevo.
Corrie Loftin amordazada en The Eves



Corrie Loftin tape gagged in The Eves


En la siguiente escena las otras dos actrices son quienes están atadas de pies y manos, a la vez que amordazadas, ambas están en la parte de atrás del camión en una escena bien iluminada, hay un hombre con ellas quien también está amarrado pero sin mordaza, este tipo eventualmente sale de la escena y las dos actrices se quedan solas, allí Cathy Baron logra liberarse y desata a su amiga Amelia Meyers, es una escena bien iluminada con dos actrices guapas y con un bondage bueno para una película comercial. Les dejo dos fotos de está última escena.



Cathy Baron y Amelia Meyers atadas y amordazas en Día de los Inocentes
Amelia Meyers & Cathy Baron tape gagged in The Eves (2011)
Así que ya saben si quieren ver esta escena búsquenla pronto y disfrútenla, sigue siendo un año fenomenal para el bondage cinematográfico pues no es fácil que nos llegue una escena donde tres mujeres compartan pantalla cuando están amordazadas.

Saludos y hasta la próxima.

Resultados encuesta sudamericanas en Bondage

Pues de nuevo hubo una sorpresa, pues después de que Larissa Riquelme fuera a la cabeza durante prácticamente todos los días, en el penúltimo día de votación la peruana Andrea Luna logró empatar y el último día consiguió un voto extra que le da la victoria a Perú, por lo que ella será la protagonista de nuestra próxima manipulación bondagera y sus fans podrán verla atada y amordazada en estas páginas.

Debo decir que con tantas bellezas y de tantos países esperaba una competencia más cerrada, pero sólo en la recta final hubo emoción con el cierre de Andrea, aunque Ecuador con María Elisa Camargo y Colombia con Jessica Cediel y Ana Sofía Henao tuvieron una buena cantidad de votos nunca lograron cerrar la competencia. El resto de las competidoras se quedaron muy a la saga.

Pero en fin, Andrea Luna manda besos a todos los que votaron por ella y que le dieron la oporunidad de ser atada y amordazada.
Andrea Luna a quien pronto verán atada

22 de octubre de 2012

Warlord of Mars: Dejah Thoris #17

Ya extrañaba las portadas con escenas de bondage de la serie de Dynamite Entertainmet Warlord of Mars, pues ya hacía meses que ni esta ni sus cómics relacionados daban algo que ver en el ámbito del bondage. Pero finalmente esta semana el número 17 de la serie Dejah Thoris nos ha vuelto en entregar una atractiva portada con la voluptuosa princesa marciana encadenada. Aquí se las dejo y esperemos que no nos hagan esperar de nuevo para mostrarnos estas imágenes, uno de los atractivos de la serie.

Warlord of Mars: Dejah Thoris #17
Y en otra nota al margen nuestra cartelera tiene una nueva película con bondage, pero sólo se estreno en una sala, así que córranle a ver Día de los Inocentes a Cinépolis Interlomas porque no creo que dure más allá del jueves.

18 de octubre de 2012

La Criminal Involuntaria - Capítulo 4


 Cuarto episodio de mi primera historia de bondage original. Encuentran la tercera parte por aquí


Todas las historias de bondage publicadas están aquí

Capítulo 4

Julia había conducido hasta prácticamente salir de la ciudad, avanzaba por un camino desierto hasta que tomó una desviación que la llevó al estacionamiento de una antigua fábrica que estaba abandonada. Hace tiempo el par de ladronas habían encontrado el lugar y desde entonces lo usaban de vez en cuando para ocultarse, nunca ninguna otra persona había pasado por allí, pues el camino no llevaba a otra parte más que a ese complejo industrial que llevaba décadas sin uso y del que probablemente todos se habían olvidado.
Estacionó el auto y bajó a abrir la cajuela donde, sacudida por el viaje en carretera, Griselda cerró los ojos para acostumbrarse a la repentina luz. Aún atada y amordazada Julia la ayudó a salir del portaequipaje.
-Aquí no hay ningún riesgo de que nadie te vea -le dijo a su joven prisionera- tú y yo somos las únicas personas en varios kilómetros a la redonda, pero te voy a dejar amarrada sólo porque me gusta.
Griselda no tenía esperanzas de ser soltada y no ofreció resistencia cuando su captora la tomó del brazo para llevarla adentro de la nave industrial, la chica agradeció sentir la brisa que refrescó su cuerpo, pero esto a la vez la hizo sentirse avergonzada al darse cuenta de lo expuesto que estaba su cuerpo, que sólo era cubierto por la ropa interior que usaba para dormir, aunque no había nadie cerca sentía como si cientos de ojos estuvieran sobre ella.
Pronto entraron a la nave industrial que estaba completamente vacía salvo por una televisión colocada sobre una caja de madera, un viejo sofá, una colchoneta, algunas sábanas, un radio y unas cadenas que colgaban del techo, último vestigio de el pasado industrial del lugar.
-Perdona la humildad del lugar -dijo Julia- sólo amueblamos con lo básico ya que no nos quedamos mucho tiempo, pero estaremos cómodas hasta que tu amiga te rescate.
-¿qué demonios estás haciendo Paulina? -preguntó una incrédula Dulce mientras mantenía las manos alzadas; no entendía como esta muchacha a la que no había visto en años de repente reaparecía en su vida amenazándola con un cuchillo. Frente a ella la joven oficial de policía Inés, quien debía estarla protegiendo había sido sometida y arrodillada en el suelo tenía sus manos encadenadas con sus propias esposas, mismas que Paulina había tomado de su cinturón después de quitarle el revolver.
-Lo que estás haciendo es un crimen niña, aún estás a tiempo de detenerte -dijo la oficial que se preguntaba cómo iba a explicar que una chica tan joven la haya sometido y liberado a una de las criminales más buscadas de la zona.
Paulina mantenía la mirada baja por lo mal que se sentía, pero no dudó y continuó con lo que hacía, encontró las llaves de las esposas de la criminal y se las dio a Dulce al tiempo que le apuntaba con el revolver.
-Libérala.
-No te creo capaz de dispararme.
-¿Quieres arriesgarte?
Dulce dudó, pero acabó por soltar a la prisionera.
-Gracias -dijo esta con una sonrisa sardónica -supongo que mi compañera te envió.
-Sí, si no me hubieran obligado nunca haría esto.
-No te preocupes chica, al final todo se va a aclarar y estarás sin problemas, pero de momento, aunque me odies, tenemos que trabajar juntas para salvar la vida de quienquiera que mi compañera te haya quitado ¿OK?
-Es lo único que quiero.
-Bien, pues empecemos quitándole la ropa a estas señoritas, necesito probarme sus uniformes para ver cual me queda, pues no puedo andar por la calle vestida de prisionera, después las amarraremos y huiremos.
La criminal se acercó a Paulina y tomó el revolver que apuntó a Dulce.
-Ya escuchaste enfermera, quítate tu uniforme.
Dulce asustada se llevó las manos al pecho intentando protegerse y evitar que la desvistieran. Esto no podía estarle pasando.
Julia había desatado las manos de Griselda sólo para volver a sujetarlas, pero ahora frente a ella, luego soltó la mordaza de su boca, aunque esta permaneció atada y colgando alrededor de su cuello.
Julia tomó el mentón de Griselda y acercó su rostro al de ella, viéndola directamente a los ojos -Ahora es cuando voy a empezar a divertirme contigo, y para empezar quiero saber que vas a obedecerme en todo… -quiero que me digas que estás feliz de estar conmigo y de todo lo que haremos juntas.
-Vete al diablo.
-Una oportunidad más chica, dímelo.
-Nunca.
-Bien, tú decides voy a hacer que lo digas te guste o no.
Julia se alejó, tomó la maleta que había llevado con ella desde el auto y la abrió revelando un montón de cuerdas así como otros aparatos que Griselda no conocía, pero que no le daban confianza. La ladrona tomó una larga cuerda, la amarró a las ataduras de las muñecas de la joven y sujetó el otro extremo a una de las cadenas que colgaban del suelo, luego jaló el otro extremo de la cadena e hizo que esta se elevara, obligando a Griselda a alzar las manos sobre su cabeza.
La chica tragó saliva nerviosa, pero mantuvo la compostura.
Julia tomó de la maleta una bola roja con correas y se acercó a Griselda quien se preguntaba para que sería eso.
-última oportunidad de decirme lo que quiero, después ya no podrás.
Griselda sólo la vio en silencio y con desprecio.
-Bien -dijo la ladrona que tomó la bola y la forzó dentro de la boca de su prisionera. Griselda trató de resistirse, pero finalmente tuvo que abrir la boca y la goma roja quedó colocada detrás de sus dientes blancos, era una mordaza, y era bastante incómoda. La chica ahora tenía que mantener la boca abierta y su quijada sentía la presión de mantenerse así, además la bola presionaba su lengua contra la parte de debajo de la boca, evitando que la moviera y pronunciara algo inteligible. Pronto la chica se dio cuenta también que tragar su saliva era problemático.
La joven pensó que eso era todo, pero entonces Julia elevó más la cadena, y ella se elevó con ella hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo, suspendida en el aire, la gravedad la tiraba hacia abajo haciendo que las cuerdas que la ataban se apretasen más de modo que empezaban a lastimarla.
-Mmmmpppphhh -se quejó mientras los dedos de sus pies trataban infructuosamente de alcanzar el suelo que estaba a tan sólo unos centímetros de ella.
-Quédate aquí un rato -le dijo Julia dándole un fuerte empujón que la hizo balancearse -voy a esconder el auto que quedó en el estacionamiento para evitar que alguien lo vea. Cuando vuelva tal vez estés contenta de verme, y si me lo dices tal vez te deje bajar de ahí.
Paulina había dejado que la criminal se hiciera cargo de todo y se apartó para ver la escena, después de todo ella era la que sabía amarrar bien y la que no tenía escrúpulos de atacar a dos mujeres inocentes. Inocente como Paulina, que ahora sólo se cubría con su ropa interior blanca y que tenía las manos atadas a la espalda con las cuerdas que la estudiante había llevado consigo, la criminal la había obligado a acostarse bocabajo en la cama y ahora ataba sus piernas a cada uno de los extremos de el mueble, provocando que tuviera que mantener sus piernas abiertas. Aunque sus calzones le daban discreción la posición no dejaba de ser completamente humillante para una chica que no estaba acostumbrada a mostrarse en paños menores, Paulina deseaba poder hacer algo para que el cautiverio de la enfermera fuera menos traumático, pero no se atrevía a oponerse a la criminal, quien sabía, más adelante la haría pasar a ella por algo similar.
Dulce trataba de contener los nervios y el enojo, cuando la criminal se alejó de ella y se puso a buscar cosas en el botiquín del consultorio levantó la mirada y vio a Paulina con un enorme resentimiento que hizo sentir muy mal a la chica, quien bajó la mirada arrepentida.
La criminal se acercó de nuevo sosteniendo un montón de gasa en una mano y un rollo de vendas en la otra, metió la gasa dentro de la boca de la semidesnuda enfermera y luego rodeó su cabeza con las vendas ajustando muy bien cada vuelta que daba para completar la mordaza. Una vez que rodeó su boca unas diez veces con el vendaje, y dado que aún le quedaba material, la criminal usó el resto para cubrir los ojos de Dulce, completando su bondage. La pobre chica empezó el día llena de ilusiones por la oportunidad recibida, pero ahora quedaba reducida a ser una cautiva incapaz de moverse, ver o hablar.
Inés observó la escena muda, se había mantenido arrodillada y con las manos esposadas sin intentar nada, se decía a si misma que era para no poner en riesgo a la enfermera, pero la verdad es que era joven y no tenía la experiencia ni la seguridad necesarias para tratar de combatir a sus captoras cuando estaba en condiciones tan inequitativas: ellas siendo dos personas armadas y ella sólo una que además estaba inmovilizada. Por tanto su estrategia era simplemente no resistirse para que se fueran tan pronto como fuera posible y luego tratar de escapar y buscar refuerzos, lo cierto es que en la comisaría pasaría otra hora antes de que se preguntaran donde estaba y tal vez la empezarían a buscar unos 15 minutos después de esto. Después de todo escoltar a una prisionera a una revisión médica era algo rutinario y nadie esperaba que algo saliera mal, dado que la pequeña ciudad tenía una fuerza policiaca modesta ella estaba sola y si no avisaba por el radio de la patrulla de un problema, así permanecería.
Tras terminar con la enfermera la criminal se acercó a ella, y sin ceremonias la empujo para que se sentara y le empezó a quitar los zapatos y calcetines, luego le desabrochó el pantalón y empezó a bajárselo, momento en que la oficial comenzó a resistirse.
-No te atrevas -dijo, tratando de sonar imperativa- pero la criminal no sólo tenía la absoluta ventaja de tenerla encadenada, también tenía experiencia con muchas víctimas que se resistían así que pronto la dejó en calzones.
La ladrona tomó las esposas que Paulina había traído de casa y las usó en los tobillos de la policía, luego la amordazó y vendó de los ojos de la misma manera que había hecho con Dulce dejándola sometida, sin embargo no se contentó con eso, y tomando más cuerdas unió los dos pares de esposas dejando a la oficial en una posición de hogtie, el cual ajustó lo más posible hasta que las manos de la policía alcanzaban sus pies.
-Sabes, no aprecio que me hallan arrestado y tengo ganas de una pequeña ventaja, y dado que tú eres la única policía aquí te tocará pagar por todos tus compañeros y por el tiempo que me tuvieron enjaulada.
Dicho esto se puso a desabotonar la camisa de Inés quien se quejó tras su mordaza; ignorándola la ladrona descubrió su sostén azul oscuro, pero no satisfecha con esto soltó los tirantes de éste y descubrió los grandes pechos de la oficial, quien seguía gritando indignada. La ladrona la ignoró y la manoseó hasta que sus pezones le mostraron que estaba bien estimulada, y entonces la dejó sola. Viendo a Paulina sonrió y sin apenarse se quitó el uniforme naranja frente a ella, mostrándole un cuerpo que cautivaría a cualquiera, luego se vistió con los pantalones de la policía y con la blusa de la enfermera, viéndose en un espejo quedó satisfecha y volteando le ordenó a Paulina que se fueran.
Las dos mujeres salieron dejando detrás a las dos chicas atadas que tendrían que esperar en silencio a que alguien las encontrara.

15 de octubre de 2012

Leticia Calderón en italiano segunda parte

Les completo el video que empecé a subir en la últma actualización con la actriz Leticia Calderón atada a una silla y amordazada en un video donde su voz es doblada al italiano.
Hay una cosa mala en este video y es que después de que la liberan de la mordaza la primera vez y se la vuelven a poner el otro actor no se fija que el pañuelo esté bien doblado y eso deja un poco de tela suelto en el aire que me parece poco estético, pero ni modo, estas cosas pasan en las producciones de la tele donde no hay fanáticos de las ataduras cuidadno estos detalles. Afortunadamente el detalle se coriije después del minuto cuatro cuando la mordaza queda de nuevo bien atada. Esto se debe seguramente a que la escena se grabó en varios días y al atarla de nuevo quedó bien puesto, se le puede considerar un error de continuidad, pero no me quejo de este.

Si quieren ver las dos partes del video juntas ya se puede hacer aquí


Y otra cosa que avisarles es que de nuevo hay bondage en nuestras pantallas en la película Búsqueda Implacable 2, donde Famke Jansen es secuestrada, lamentablemente no tengo detalles de como la amarran pues aunque he buscado no he encontrado información ni imágenes y no me he animado a ir a ver la cinta pues no he oído buenas cosas de ella. Lo único que puedo decirles es que me parece que es amordazada con cinta y me parece que en algún momento es suspendida del techo (aunque puede que la tengan encapuchada y no se le vea bien). También tengo entendido que la hija del personaje principal, Maggie Grace no es amarrada, lástima porque en la primera parte donde la secuestran nos quedó a deber el verla en esa situación.
Para las mujeres que les interese, entiendo que Liam Neeson también es amarrado, aunque todo lo anterior es absolútamente no confirmado así que no me reclamen si estos datos resultan falsos, avisaré si averiguo algo más seguro.

11 de octubre de 2012

Lety Calderón con doblaje italiano.

Hace mucho rato que tengo esperando a este video para ser subido, pero entre que no había tenido tiempo de convertirlo al formato adecuado ni de editarlo para que blogger lo acepte por su tamaño se me había ido quedando. Perdón por el retrazo, pero finalmente está aquí.

Se trata de la actriz Leticia Calderón, cuando era joven y bella, el video tiene la particularidad de que es una emisión de la televisión italiana, así que, aunque se trata de una producción mexicana, está doblada a el italiano y por ende escuchamos a una actriz de ese país doblándola.

Hay una segunda parte que viene después.

Y años después de esto finalmente tuve la escena completa

Saludos y hasta la próxima.

8 de octubre de 2012

La Criminal Involuntaria - Capítulo 3


 Tercer episodio de mi primera historia de bondage original.


Todas las historias de bondage publicadas están aquí

Capítulo 3

Un paso más, y otro más… Griselda estiró sus dedos y alcanzó a tocar el borde de la mesa, estaba tan cerca. Estaba muy cansado por el esfuerzo, varias gotas de sudor caían por su frente y un tirante de su Top se había safado de su hombro amenazando con exponer su seno, pero todo eso no importaba, no iba a rendirse.
Dio un último impulso y ahora si sus dedos pudieron recorrer la mesa… sintió mucha emoción cuando finalmente palpó el metal de un cubierto el cual asió con fuerza, ya tenía la herramienta para cortar sus ataduras y escapar.
Estaba a punto de comenzar a serrar la cuerda cuando la puerta se abrió y Julia entró sonriendo.
-¿Me extrañaste?
Griselda se hundió descorazonada, toda su lucha había sido inútil y su oportunidad de escapar se había ido, lo peor es que seguramente sería castigada con un bondage más fuerte. Con la mirada hundida en el piso mientras trataba de esconder su frustración esperó a ver que le hacían ahora.
-Vaya, vaya, vaya -dijo Julia observándola- ciertamente no estabas así cuando te dejé… me parece que has estado haciendo diabluras.
La ladrona se acercó lentamente estudiándola y pronto vio el cubierto cuyo mango la prisionera sujetaba muy fuertemente, aferrándose a su esperanza de libertad.
-Ya veo, quisiste usar el cuchillo del desayuno para soltarte, muy listo de tu parte -comentó la invasora -la verdad es que fue un grave descuido de mi parte dejarlo a tu alcance.
Mientras hablaba Griselda volteó discretamente hacia arriba mirando con aprensión a la ladrona quien meditaba en silencio.
-No soy una persona injusta -dijo tras un silencio- tu esfuerzo debe ser recompensado, así que te daré una oportunidad… voy al otro cuarto a ver cómo está tu amiga, mientras hago eso no te voy a quitar tu cuchillo, y si logras soltarte antes de que regrese te dejaré libre, dejaré que me captures y seré tu prisionera hasta que lla mes a la policía y vengan a arrestarme. ¿Qué te parece?
Griselda no podía creerlo y se quedó paralizada sin saber si era o no una broma.
Julia caminó al refrigerador y sacó un cubito de hielo donde la noche anterior había metido las llaves de las esposas de Paulina. Griselda seguía viéndola sin saber que hacer.
-Si te quedas así de quieta se te va a ir tu oportunidad -le dijo la ladrona saliendo de la cocina.
Griselda se quedó quieta unos segundo más y entonces, desesperada, se puso a cortar las cuerdas.
Paulina estaba aburrida pues el tiempo que había pasado sola se le había hecho eterno. De vez en cuando hacía tímidos intentos de soltarse las manos, pero sabía que era absurdo pues no podría soltarse de las esposas a menos que se dislocara un pulgar, lo cual no estaba dispuesta a hacer. Así que la chica simplemente aguardaba.
Su espera terminó cuando Julia entró por la puerta.
-lo siento por la tardanza, estaba arreglando unos asuntos pero todo está hecho, así que vuelvo contigo.
Paulina vio como su captora sostenía un cubito dy hielo del cual salía un delgado hilo. La ladrona tomó el extremo libre del hilo y lo amarró a la cabecera de la cama, justo sobre las manos de la joven, de modo que el cubo quedara suspendido sobre ella.
-No puedo soltarte en este instante, necesito tiempo para alejarme de aquí con tu amiga y no quiero darles la oportunidad de ponerse de acuerdo; una vez que me vaya y no sepas donde estoy no podrás acudir con la policía si es que quieres volver a verla con vida y no te quedará otra opción más que hacer lo que te mando.
Paulina se mantuvo atenta mientras Julia continuaba con su explicación.
-En este hielo está congelada la llave para abrir tus esposas, una vez que se derrita podrás soltarte y entonces irás a buscar a Dulce y recuperarás a mi compañera… recuerda que si no lo haces voy a matar a Griselda.
Julia se levantó para irse y al llegar al umbral de la puerta dio la vuelta y continuó.
-Dos cosas más. Primero, avísale a mi compañera que la estaré esperando en Tampico, son unas claves que usamos para identificar nuestros escondites, así sabrá a dónde ir para reunirse conmigo y para que recuperes a tu amiga. Segundo, ya que te las quites no vayas a dejar las esposas en casa, estoy seguro de que en algún momento del día necesitarás usarlas en alguien y será bueno tenerlas a la mano.
La villana mostró una sonrisa pícara y se despidió.
-Nos vemos al rato guapa.
Paulina quedó en silencio observando el cubo de hielo sobre ella, su libertad aún estaba lejos.
Julia volvió a la cocina para encontrarse con una Griselda tan inmóvil como lo estaba antes, sus manos a la espalda, sus tobillos a las patas de la silla y la servilleta de tela blanca, ya bastante húmeda, fuertemente sujeta entre los labios. La diferencia es que la joven estaba totalmente derrotada, su cabeza estaba hundida y sus cabellos despeinados caían sobre su rostro sudado escondiendo unos ojos que se esforzaban por contener unas lágrimas de frustración.
-Supongo que ya te diste cuenta de tu terrible error -dijo Julia acercándose a la silla.
Al estar junto a ella se arrodilló y tomó el cubierto que Griselda aún sostenía fuertemente en sus manos.
-Buscar el cuchillo para cortar tus ataduras fue una excelente idea… pero en cuanto sentiste el metal del mango tomaste lo primero que encontraste y no te cercioraste de que era lo que querías.
La criminal mostró el instrumento a la chica que alzó una mirada que no podía esconder su enojo.
-Es muy complicado lograr cortar las cuerdas con una cuchara. JAJAJAJA.
El gesto de Griselda mostró su disgusto por la burla de la que era objeto.
-Owww, te hice sentir mal, no era mi intención. Fue cruel de mi parte burlarme.
Julia empezó a desatar los pies de la chica de la silla.
-Ahora tenemos que irnos inmediatamente, pero te prometo que más tarde, ya con calma buscaré la forma de hacerte sentir mejor para que este día no sea tan malo.
Al decir esto Julia guiñó un ojo.
-Nnpphh -expresó Griselda negando con la cabeza al sospechar a que se refería ese comentario.
La ladrona la ignoró y tras soltar sus dos pies la levantó del asiento y la apuró hacia la puerta principal.
-Rápido, vamos al auto de tu vecina y no quiero correr el riesgo de que alguien te vea con esa mordaza en la calle.
Griselda trató de resistirse, pero a base de empujones pronto la llevaron hasta el coche; su captora abrió la cajuela y la joven prisionera abrió los ojos con terror al ver que la iban a meter allí.
-MMMPPPHHH -Gritó, pero rápidamente Julia logró meterla, no había mucho que la chica pudiera hacer para oponerse con las manos amarradas.
-Lo siento, se que es incómodo, pero no puedo llevarte a la vista con una mordaza en tu boca, aguanta allí hasta que lleguemos.
Julia cerró la cajuela y dejó sumida a Griselda en la absoluta oscuridad, la chica trató de acomodarse, pero apenas cabía en el estrecho espacio y tenía que tener las piernas un poco dobladas. Todo se mantuvo tranquilo hasta que la joven oyó el motor arrancar y sintió al vehículo moverse. No sabía a donde iba, pero tenía miedo.
Paulina esperó, y esperó. Sin otra cosa que hacer su vista estaba fija en el cubito dy hielo que poco a poco se iba deshaciendo, el ver la lentitud con la que la llave que le daría la libertad se descongelaba la desesperaba, no había nada peor que estar tan cerca, y a la vez tan lejos de conseguir su objetivo. No supo cuanto tiempo pasó cuando se le ocurrió lo obvio; el cubo no estaba fuera de su alcance, así que con tan s´lo estirar las manos podía tomarlo y sacar la llave más rápido.
Con sus manos frotó el hielo hasta que logró derretirlo, pasaron algunos minutos pero por fin tenía las llaves en sus manos, respiró aliviada y tras respirar profundamente unos segundos buscó cuidadosamente la cerradura, giró la llave y escuchó el click que le indicó que los candados se abrieron, aliviada se quitó las esposas y se sobó las muñecas. Después se quitó la mordaza y finalmente se desató los pies.
Sabía que no tenía mucho tiempo, pero se tomó unos segundos para estirarse y tratar de relajarse, hecho esto se quitó la pijama y completamente desnuda caminó hacia su ropero para sacar un conjunto de ropa interior negra, uno pantalones de mezclilla, una blusa roja y unas calcetas con las cuales se vistió, después se puso unos tenis. Paró en la cocina y tomó una manzana y unas barras de cereal para comer algo en el camino, después tomó una mochila, sacó todo lo que tenía adentro y metió el cuchillo más grande que tenían en casa, las cuerdas que encontró tiradas en el suelo y que antes habían sido usadas para inmovilizar a Griselda y las esposas que la ladrona le había insistido que no olvidara. Respiró hondo y salió de casa, estaba a punto de convertirse en una criminal involuntaria.
Dulce estaba un poco espantada, cuando terminó la carrera y había entrado a trabajar en una empresa de medicina privada nunca imaginó que en algún momento iba a tener que atender a una criminal. Pero finalmente la mujer ya estaba arrestada y no daría problemas, y parte de su preparación había incluido el trabajar bajo presión, así que podía manejarlo, los nervios se debían a que esto era algo nuevo para ella. Llevaba ya unos meses trabajando en la empresa y sus jefes le habían dado la oportunidad de encargarse del asunto ella sola, así que estaría sin supervisión y a cargo de todo, finalmente no era nada importante pues sólo se trataba de una examen médico de rutina, pero el simple hecho de que sus responsabilidades habilidades aumentaran lo hacían parecer como algo mue importante. Un timbre la sacó de sus pensamientos.
-Señorita, la paciente está aquí.
Dulce se levantó, acomodó su blanco uniforme de enfermera y salió por la puerta para ver una camioneta de la policía aparcando cerca, una agente que tendría pocos años más que ella abrió la puerta trasera y de allí bajó la prisionera, encadenada de pies y manos y vistiendo un brillante uniforme naranja. Caminando a paso lento la policía escortó a la criminal hasta la puerta y saludó a la enfermera.
-Buenos días, me llamo Inés y le traigo a su paciente doctora.
-Pasen al consultorio, por favor. -dijo Dulce cerrando la puerta detrás de ella.
Afortunadamente para Paulina llegar al consultorio de Dulce no era complicado y sólo tenía que tomar un camión y caminar una cuadra. Julia le había dejado instrucciones precisas de su ruta las cuales le habían venido muy bien y ahora caminaba a paso veloz, pero tratando de no verse sospechosa. En poco tiempo vio el consultorio, respiró hondo y se acercó cautelosamente.
No había nadie en las inmediaciones y la camioneta de la policía estaba vacía. Se acercó a la puerta y sacó el cuchillo de la mochila, entonces abrió y se asomó… dentro vio a Dulce tomar la presión a la prisionera y a una guapa policía sentada en una silla que vigilaba la escena. Su entrada sorprendió a las tres mujeres y la policía rápidamente se puso de pie y llevó su mano al revolver.
-¿Quién eres? -preguntó.
-¿Paulina? -inquirió también Dulce- ¿qué haces aquí?
-¿conoces a esta chica? -dijo la oficial a la enfermera.
-sí, fue compañera mía, no se preocupe oficial no es ningún problema.
La policía se relajó y caminó hacia la recién llegada que no había dicho palabra.
-Señorita, estamos en medio de un asunto policíaco, le voy a pedir que se retire, más tarde puede volver a hablar con su amiga.
Paulina vio a la policía acercarse y supo que tenía que reaccionar ahora. Muy nerviosa sacó el cuchillo con una mano y tomó la muñeca de la policía con la otra.
-Lo siento muchísimo -dijo con voz entrecortada- créanme que no tengo opción y lo siento por lo que voy a hacerles.
Desde la cama la aún encadenada prisionera sonrió, comprendiendo que es lo que estaba ocurriendo.
-Arrodíllese oficial -dijo Paulina a la incrédula agente- no quiero lastimarla.

5 de octubre de 2012

Protestas por Pussy Riot

Unas últimas imágenes que conseguí sobre el tema del grupo de punk ruso Pussy Riot es el de algunas personas protestando contra su encierro. No es nada espectacular pues todos tienen la cara encapuchada lo cual le quita mucha gracia, pero es lo que hay así que aquí lo dejo.

protestas Pussy Riot

Pussy Riot protests
Por lo menos hay una chica, la de vestido rosa al lado derecho de la fotografía, se ve linda, hubiera estado bien verla sin capucha pero igualmente amordazada, pero ni modo, no siempre se gana.

Saludos y hasta el lunes cuando continuaremos con el capítulo 3 de la historia.

1 de octubre de 2012

Y las candidatas son...

Ya tenemos a las candidatas para la cuarta encuesta de fotomanipulación bondagera, donde la mujer que obtenga más votos de los lectores de este blog protagonizará una imagen inédita donde estará atada y amordazada. Como lo anuncié antes en esta ocasión el concurso es con celebridades de Sudamérica.
Antes que nada agradezco a todos los que ya sea por los comentarios o por e-mail me mandaron sus listas de candidatas, tomé todas las sugerencias en cuenta, pero lamentablemente habiendo tantas chicas hermosas en los países del sur de América inevitablemente muchas quedaron fuera, aun así gracias a sus correos pude conocer a muchas mujeres de las que no había oído hablar y que son sin duda muy guapas, así que gracias por cooperar.

La idea era que cada pais tuviera una candidata, así que siempre busqué darle cabida a cada nación y de preferencia a las más pedidas en las diferentes listas, hubo países de donde sólo llegó una sugerencia y otros donde hubo varias. Finalmente ni de las guyanas ni de Bolivia llegó una sóla sugerencia así que esos países se quedan si representación, y para juntar una lista de diez la nación de donde más personas me escribieron (que fue Colombia venciendo por un sólo correo a Argentina) tendrá dos candidatas.

Y para no hablar más, ahora si les presento (en estricto orden alfabético) a las candidatas que pelearán por la oportunidad de ser atadas y amordazadas:

María Elisa Camargo
María Elisa Camargo (Ecuador): Nacida en Guayaquil en 1985 se dio a conocer como concursante en la edición colombiana del reality show El Factor X y desde allí salto a la actuación donde destacan sus participaciones en Floricienta y La Marca del Deseo; en 2009 viajó a México donde la hemos visto en las telenovelas Verano de Amor y Hasta que el Dinero nos Separe. Además de actriz es modelo y la hemos vista posar para la revista H México. Actualmente se va a lanzar como cantante y prepara su primer disco como solista, pero antes de escuchar su voz ojalá podamos verla amordazada un rato. Si quieres ver a María Elisa Camargo atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see María Elisa Camargo Bound and Gagged vote for her in our poll).

Jessica Cediel
Jessica Cediel (Colombia): Nacida en Bogotá en 1982, Jessica Eliana Cediel es una modelo y presentadora de televisión, las puertas del medio se le abrieron tras participar en el concurso Señorita Bogotá 2002, donde quedó en segundo lugar. Desde entonces ha conducido, desde entonces se le ha visto en shows como Sin Visa, Muy Buenos Días y Nuestra Semana, Nuestra Tele. Si quieres ver a Jessica Cediel atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Jessica Cediel Bound and Gagged vote for her in our poll).


Mariana Espósito (Argentina): Bonaerense que dentro de pocos días (10 de octubre) cunplirá los veintiún años, Mariana Espósito es una modelo, actriz y cantante argentina que también es conocida con el sobrenombre de Lali, Mariana debutó en la televisión a los seis años y su primera actuación fue en la serie infantil Rincón de Luz, a partir de entonces su carrera ha ido en ascenso con participaciones en Floricienta, Casi Ángeles y Cuando me Sonreís. Su participación en Casi Ángeles también la llevó al mundo de la música pues cantó e hizo tours con una banda que aparecía en el programa, este 2012 hizo su primer largometraje para el cine y desde 2008 es también modelo. Si quieres ver a Mariana Espósito atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Mariana Espósito Bound and Gagged vote for her in our poll).


Mariana Espósito

Ana Sofía Henao





















Ana Sofía Henao (Colombia): Encontré pocos datos biográficos sobre esta mujer, pero lo que abunda por doquier son sus fotografías pues se trata de una de las modelos más populares de toda Colombia, y siendo que ese país está repleto de mujeres hermosas eso es decir mucho. Nacida en Medellín en 1982 se inició en el modelaje a los 14 años y a partir de su aparición en el catálogo de trajes de baño de la marca "pino" se empezó a hacer popular, hoy en día es la imagen d evarios productos colombianos. Si quieres ver a Ana Sofía Henao atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Ana Sofía Henao Bound and Gagged vote for her in our poll).

Andrea Luna
Andrea Luna (Perú): Otra chica de la que no abunda información, pero si fotografías, a sus 21 años se ha convertido en una de las modelos más populares de todo Perú y es una fama del todo merecida, ha modelado para sitios deportivos como depor.pe y para agencias de modelaje incas como Peru21 y Peru Modelos, cosa que le ha generado muchos seguidores, fue nombrada Miss Teen Callao y parece que dentro de poco tiempo empezará a desfilar en pasarelas internacionales. Dentro de la actuación la también elegida como Miss Terra tuvo una participación en el programa juvenil America Kids, durante su participación en este abandonó el modelaje de trajes de baño para cuidar su imagen. Si quieres ver a Andrea Luna atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta. (if you want to see Andrea Luna Bound and Gagged vote for her in our poll).


 


Juliana Martins
Juliana Martins (Brasil): Nacida en el municipio de José Bonifácio de la ciudad de San Pablo en 1984, Juliana es la única participante en esta encuesta de una país que no habla español, pues en Brasil el idioma oficial es el portugués es una modelo brasileña famosa por aparecer en la edición de trajes de baño de Sport Illustrated, su belleza y trabajo le han permitido ingresar a la muy prestigiosa agencia de modelos Elite y por su físico se le ha apodado como la Cindy Crwaford brasileña. Si quieres ver a Juliana Martins atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Juliana Martins bound and gagged vote for her in our poll).




Larissa Riquelme

Larissa Riquelme (Paraguay): Que les puedo decir de Larissa, era una mujer que pocos conocían hasta que llegó el mundial fe futbol de Sudáfrica 2010 y allí, en un partido que resultó aburridísimo, saltó a la fama internacional, al grado de ser apodada la novia del mundial, a partir de allí es la modelo mejor pagada en la historia de su país. Y pensar que todo surgió por una campaña publicitaria de un teléfono, Larissa fue llevada al estadio donde su equipo empató a 0 con Itlia y fue fotografiada con un celular metido en un generoso escote, así enamoró a miles de hombres de todos lados. Larissa nació en Asunción en 1985 y antes de esas imágenes ya tenía algunos años modelando en su país y otras naciones sudamericanas, desde su participación en el mundial ha posado desnuda para H de México y playboy de Brasil. Además del modelaje ha participado en reality shows de su país y en algunas obras de teatro. Si quieres ver a Larissa Riquelme atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Larissa Riquelme bound and gagged vote for her in our poll).

Nadia Rowinsky (Uruguay): Nacida en Montevideo, Nadia Rowinsky es una actriz uruguaya que empezó a aparecer en la televisión a los doce años en Venezuela y a partir de los trece en su país natal, empezó a darse a conocer en el programa deportivo TyC sports, aquí llamó la atención de la productora Telemundo quien se la llevó a trabajar a Estados Unidos, hasta ahora su papel más conocido fue el de Susana Recoba en Pedro el Escamoso. Si quieres ver a Nadia Rowinsky atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Nadia Rowinsky Bound and Gagged vote for her in our poll.)


Nadia Rowinsky

María Teresa Stange

























María Teresa Stange (Chile): Al iguale que la candidata de Brasil, la bella María Teresa Stange es la otra representante cuya belleza y talento la han llevado a fichar con la prestigiosa agencia de modelaje Elite, en la cual está desde que tenía 15 años, es de Villarica y con 19 años (calculo porque es la mujer de la que menos datos pude obtener) es la participante más joven en nuestro concurso. Si quieres ver a María Teresa Stange atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see María Teresa Stange bound and gagged vote for her in our poll).

Patricia Velasquez (Venezuela): Actriz y modelo venezolana nacida en Barquisimeto en 1971, Patricia cierra nuestra lista de candidatas. Su presencia aquí además le da un espacio en nuestro concurso a la historia de nuestros países pues ella es descendiente de una indígena wayuú y de un español.Con lo cual queda reflejado el grandioso pasado indígena de nuestras naciones y el mestizaje con los ibpericos. Patricia participó en Miss Venezuela y empezó a participar en los medios en un video de los Red Hot Chilli Peppers en 1992, su primera película fue la muy entretenida aventura francesa llamada El Jaguar, pero su papel más conocido fue en la trilogía de La Momia, en México trabajó en Zapata - El Sueño del Héroe, últimamente ha trabajado más en series y realitys de Estados Unidos. Si quieres ver a Patricia Velasquez atada y amordazada vota por ella en nuestra encuesta (if you want to see Patricia Velasquez Bound and Gagged vote for her in our poll).

Patricia Velasquez

Ufff. He estado un buen rato aquí investigando y escribiendo sobre estas candidatas en vez de estar trabajando, no sigan mi mal ejemplo. Pero el concurso exigía tiempo por la alta cantidad de concursantes. Fue muy difícil elegir a las participantes, pero ahora les paso el relevo y son ustedes quienes elegirán quien de estas doez tendrá el gustazo de añadir a su curriculum la entrada de modelo de bondage, o por lo menos el gusto de algún día ver la manipulación que haremos e imaginarse como una damisela en apuros atada y amordazada. Suerte a todas que se merecen el ser admiradas y respetadas por su belleza. La encuesta durará tres semanas para darle a todos tiempo de meditar y votar por la mujer que quieran ver amarrada.

Por ahora saludos y hasta la próxima.