Como es de suponerse, el programa no tiene nada que ofrecer en comparación a la novela o a las muchas buenas películas del tema que se han hecho, pero si en algo superaron al dramaturgo francés es en el que se las arreglaron para meter una extensa escena de bondage que abarcó tres episodios, del 81 al 83.
La protagonista fue la actriz y modelo de origen cubano Aylín Mújica, quien fue secuestrada en el capítulo 81, pasó el 82 en cautiverio y logró escapar en el 83.
La rubia Aylín pasó estos episodios atada de pies y manos a una cama, con los ojos vendados todo el tiempo y amordazada con cinta blanca en diversas ocasiones, un tratamiento completo que agradecemos, aunque lamentablemente mientras estaba amordazada escuchábamos sus pensamientos antes que sus gemidos, y siempre que tuvo interacción con otros personajes le destpaban la boca.
Las ataduras siempre fueron visibles, aunque están algo flojas, y los villanos cometen el gravísimo error de atarle las manos al frente, aparentemente el personaje de Aylín no es muy brillante, pues pasó dos episodios sin razonar la facilidad de quitarse la venda de los ojos y la cinta de los labios, pero finalmente en el capítulo 83 se iluminó y escapó con facilidad.
Otro detalle a destacar es que al inicio de su cautiverio un villano le abre la camisa, y su sostén queda expuesto el resto de las escenas, lo cual no está mal. En general una escena mejorable, pero bastante decente comparado con lo que usualmente vemos. Un tratamiento completo de ataduras, mordaza y ojos vendados es raro en nuestras pantallas
En fin, si Los Miserables sigue con su éxito, esperemos que pronto vuelvan a aprovechar al bondage como un elemento atractivo para sus capítulos, lo cual sin duda aplaudimos, pues por lo menos hace que hablemos por acá del programa, y toda publicidad es buena.
Ahí tenemos a Thanya López, Alexandra de la Mora y a Bianca y Estela Calderón como candidatas a aparecer atadas y amordazadas, ¿a poco no nos gustaría?