28 de marzo de 2011

Salma Hayek atada y amordazada (Salma Hayek bound and gagged)

Una nueva fotomanipulación, enviada por uno de mis lectores para el disfrute de todos, en esta ocasión la damisela es una de las mexicanas más famosas... originaria de Coatzacoalcos, Veracruz Salma Hayek quien viene con una mordaza tipo cleave, o sea entre sus dientes.

Disfruten la imagen y hasta la próxima.

Salma Hayek manipulacion bondage

26 de marzo de 2011

Invasión en casa de Rebeca - La conclusión.

Termino la historia de bondage que empezó a publicarse ayer, que la disfruten.


Todas las historias de bondage en el blog están aquí



Invasión en casa de Rebeca




El ladrón empezó a desatar a Rebeca, y curiosamente tuvo el amable gesto de acomodar su sostén para que volviera a cubrirle su seno expuesto, pero este gesto sería poco duradero. Dejando la mordaza para el final el caco le quitó las pantimedias de la cabeza y despegó la cinta de su boca, sacando tras ello la tela que la callaba. Este momento fue el último del día en el que Rebeca tuvo completa libertad, misma que duró pocos segundos.
-Muy bien, puedo ver que vas a ser un problema. -Dijo en cuanto acabó de soltarla mientras la chica se sobaba la cara irritada por la cinta que acababa de ser despegada de ella. Se alejó unos pasos y viéndola continuó- Ok, desnúdate.
Rebeca tuvo un cambio de actitud en unos segundos, ella estudiaba psicología y pensó en lo que estaba pasando, el tipo claramente la obligaba a desvestirse no por querer abusar sexualmente de ella, sino para que al humillarla quebrar su resistencia y controlarla más fácilmente. La chica tenía dos cosas claras, no podía hacer nada para evitar su situación y no le quedaba sino obedecer, y resignarse a ser una indefensa prisionera el resto del día, pero si podía mantener su dignidad y se prometió no quebrarse ante esta humillación, así pasó de ser una chica afligida a ganar seguridad en si misma para demostrarle a el hombre que, aunque indefensa, no trataba con cualquier sumisa.
Rebeca, actuó velozmente para no darse tiempo a si misma de dudar, y se despojó de su falda.
-Vaya forma más curiosa de controlarme -dijo mientras alzaba los ojos como si dudara de la cordura del sujeto -¿no sería mejor vigilarme llevándome por la casa contigo o algo así? -cuestionó buscando una opción más digna para ella.
-No. -contestó mientras la joven desabrochaba y tiraba al suelo su sujetador blanco- Creo que me has probado que debo tomar medidas mucho más restrictivas para mantenerte controlada.
No hubo más palabras mientras Rebeca se quitaba las bragas y quedaba totalmente desnuda, siguiendo su técnica de mostrarse segura y retadora la joven no intentó cubrirse de ninguna manera ya que estuvo totalmente expuesta.
-date la vuelta -dijo el hombre, y en cuanto la chica obedeció le sujetó los brazos a la espalda y volvió a tomarle la quijada con la otra mano, la cual al poco le cubrió la boca silenciándola.
-En esta ocasión, me voy a asegurar que tú no puedas mover ni un músculo.
La amenaza fue cumplida, Rebeca fue sacada de su habitación y llevada a la estancia principal de la casa donde pronto estuvo de nuevo fuertemente atada, en esta ocasión en una posición de bola. Sus piernas fueron amarradas en los tobillos y debajo de las rodillas con la misma cuerda blanca de antes, sus brazos fueron de nuevo amarrados en las muñecas y sobre los codos. El resto de las cuerdas fueron usadas para mantener sus piernas flexionadas y sujetas contra el resto de su cuerpo: la primera ataba sus muslos al cuerpo a la altura de la cintura, sujetándole además las muñecas atadas a la espalda, la segunda le ataba las espinillas a los muslos, sujetando de esta manera la parte baja de sus piernas, y la última pasaba sobre sus rodillas y la parte superior de su cuerpo, sujetándole los brazos a la espalda, esta última además fue ajustada doblemente al hacer un nudo perpendicular al resto de las ataduras y que le quitaba el poco espacio que separaba sus piernas de sus pechos. Rebeca fue dejada así y la chica de nuevo luchó, más que otra cosa para probar los límites de las ataduras, la liga que antes sujetaba su pelo en una cola de caballo ahora ya no estaba, y su cabello suelto la molestaba un poco cuando caía sobre su cara sin que pudiese evitarlo, sus pezones erectos rozaban de vez en vez la cuerda que pasaba frente a ellos y al estar sensibles esto era incómodo, pero lo que más molestaba a la hermosa prisionera era que sabía que aun no estaba completamente sometida y efectivamente al poco tiempo su captor volvió a la habitación para terminar el trabajo, siguiendo su estrategia Rebeca hablo serenamente.
-Oh, supongo que vas a amordazarme con eso.
-Sí -le contesto el ladrón arrodillándose tras ella e ignorando su expresión de molestia- de hecho eso es lo que voy a hacer.
El ladrón le quitó los cabellos que estaban sobre su cara y le cubrió brevemente la boca con la mano mostrándole una enorme bola roja de hule espuma, inmediatamente después le metió esta dentro de la boca, la bola era enorme y no le permitía volver a cerrar completamente la boca. Luego tomó un rollo de cinta adhesiva negra y la usó para reforzar la mordaza rodeando su cabeza seis veces con la cinta y cubriéndole el rostro completamente desde debajo de la nariz hasta la barbilla. La mordaza era enorme y la chica se quejó con unos gemidos mientras empezaba a respirar agitadamente.
-Encontré esa pelotita en tu habitación -le dijo el ladrón mientras sacaba unas tijeras para cortar la cinta que envolvía su cara del resto del rollo que ya no necesitaría- pensé que la reconocerías.
Efectivamente el ladrón había encontrado esa pelota que era grande pero cómoda para estar amordazada por cortos periodos de tiempo (este no parecía serlo), Rebeca quedó muy preocupada pues si había encontrado esta pelota, eso quería decir que también habría visto ya el resto de sus juguetes sexuales, ojala no quisiera usarlos también. Para el ladrón la mordaza parecía no ser suficiente y continuó reforzándola, en esta ocasión usó tres largos pedazos de cinta plateada con los que rodeó completamente su cara y que cubrieron completamente todo lo que ya estaba sobre su boca, nunca en su vida había pensado Rebeca que era posible ser amordazada con tanto material, y sin embargo allí estaba, silenciada por capas y capas de cintas adhesivas de distinto tipo.
-esto te mantendrá bien calladita -dijo el pillo recogiendo el material sobrante- tengo más trabajo que hacer -le dijo ya de pie mientras salía del lugar dejándola sola.
Muy poco le había durado a la chica la intención de resistir, el bondage era tan severo y la mordaza tan estricta que su voluntad empezaba a quebrarse. Ya sola empezó a luchar de nuevo, más que por tener alguna esperanza realista de escapar lo hizo para probar los límites de su aprisionamiento. Era terrible, tal como la habían dejado Rebeca no podía hacer sino girar sobre su eje, definitivamente no iba a ir a ninguna parte, tampoco se libraría de la mordaza la cual ilusamente trató de despegar frotando la cinta contra sus rodillas. Afligida y maldiciendo su suerte se rindió, sólo haciendo unos movimientos de vez en vez más para no cansarse de estar quieta que por querer escapar. Su único consuelo es que las cosas no podían ponerse peor ¿o si?
Su respuesta fue contestada poco después, y vaya que podían ser peor, si algún deseo de resistir le quedaba este desapareció en cuanto el ladrón regresó al cuarto y vio lo que tenía reservado para ella.
-¿Como va todo por aquí? -dijo cuando regresó y se agachó a su lado
-Mira que otra cosa acabo de encontrar en tú cuarto. -Rebeca no podía creerlo, su peor temor se habíha vuelto realidad, el ladrón traía en la mano su juguete preferido, su vibrador más potente.
-¿Conoces este aparato? -le preguntó mostrándoselo.
Rebeca vio rápidamente el juguete, la cajita rosa que guardaba las baterías y de las cuales salía un cable que le daba energía al vibrador ovalado de color gris le era muy familiar. Sin ver a su captor volteó al techo suplicando que sólo quisiera incomodarla y que no fuera a usarlo.
-Jaja, sí, creo que sí. -prosiguió el ladrón -Creo que me voy a divertir un poco con esto.
-¡nnnppppfff!
-¿tú que crees?
- pfffff, nnnppphhhh
-Sólo hay una manera de averiguarlo.
Rebeca suspiró tratando de resignarse.

De vuelta en su presente situación Rebeca continuó luchando con fuerzas renovadas, el recordar lo que había pasado después de ese momento la llenó de coraje y para sacar este fue que se sacudió con más fuerza. Era tan injusto y tan confuso que su mayor fantasía se hubiera convertido también en su mayor pesadilla. Si lo que vivió, estar amarrada de ese modo, hubiera sido bajo sus términos y con su consentimiento habría sido un sueño hecho realidad, pero no había sido así, eso la enfadaba mucho. A pesar de eso era algo que deseaba tanto que no había podido evitar disfrutarlo a cierto nivel, y esto era confuso. Mientras seguía luchando con estas renovadas fuerzas y haciendo el poco ruido que le era posible volvió al pasado a seguir recordando.
-Por favor no -suplicó la chica que ya había renunciado a su poco duradera intención de mantener su dignidad- No, no mi boca, por favor no vuelvas a rellenarme la boca.
Por supuesto el asaltante la ignoró y pronto un enorme pedazo de tela volvió a silenciar a la indefensa chica quien, de nuevo en su habitación, estaba atada en su cama y no fue capaz de evitar que la amordazaran. Su mandíbula estaba cansada y adolorida de estar forzada constantemente por todo el material que a lo largo del día había sido usado para callarla. Como era de suponerse, la cinta plateada siguió a la tela. El relleno era tan grande que no le permitía cerrar la boca, tanto así que el primer pedazo de cinta no alcanzó a cubrirle el labio superior, lo cual no importaba pues más y más trozos siguieron.
-Tengo que mantener esa boquita tuya en silencio -dijo el ladrón colocándole otros cuatro pedazos de cinta e ignorando sus gemidos. Pareció terminar con eso pero después dijo
-Creo que te pondré uno más para no correr riesgos -y la calló con un pedazo más, las mordazas de este tipo siempre eran exageradas y Rebeca odiaba cada que empezaba a amordazarla porque sabía que no se conformaría con poco.
La estudiante odiaba más la situación en la que se encontraba, seguía desnuda y estaba acostada boca arriba en su cama, sus manos estaban atadas sobre su cabeza a la altura de sus muñecas y de sus codos y otra cuerda sujetaba las manos a la cabecera de la cama para que no pudiera bajarlos. Sus piernas estaban más inmóviles aun. Unas cuerdas ataban sus tobillos a sus muslos, flexionando sus piernas, pero la situación era más incómoda porque estaba atada de forma tal que sus piernas estaban abiertas en una posición de mariposa, lo que dejaba su vagina completamente expuesta, cosa que era tremendamente vergonzosa, todos sus orificios se veían claramente. Para evitar que pudiera subir sus piernas y darse un poco de privacidad unas largas cuerdas estaban atadas de sus rodillas al centro de la cama y otras dos cuerdas ataban sus espinillas a los pies de la cama, no había forma de que pudiera mover estas y aparte de lo humillante de la posición, era una pose muy incómoda aun para ella que era bastante flexible.
Lo peor claro no era el bondage, lo peor era el vibrador, antes de amordazarla el atracador había tomado su juguete lo había colocado sobre su clítoris y había usado varios pedazos de cinta para fijarlo ahí, la caja de baterías, que también tenía la perilla para controlar la potencia, estaba sobre su pierna izquierda y sostenido allí con más cinta, el miedo a el aparato hacía que Rebeca casi no notara su incómodo bondage y lo expuesto que estaba su hermoso cuerpo.
-Ahora que te tengo bien amordazada -dijo el tipo tras colocar el último pedazo de cinta en su boca -tal vez sea hora de que te diviertas un poco.
- ¡Mnnnnn! ¡MMMMNNNNPPPPPHHHH! -gritó la chica negando con la cabeza, rogándole que no lo hiciera, pero el hombre estaba decidido, tras divertirse unos segundos viéndola suplicar prendió el vibrador a máxima potencia y el zumbido del aparato llenó el cuarto.
-Tengo trabajo que hacer, pásala bien- dijo volviendo a dejarla sola con su juguete estimulándola contra su voluntad y sin que tuviera modo de detenerlo, sólo podía intentar resistir.
No pudo hacerlo mucho tiempo, a la potencia a la que estaba el vibrador la llevaría al orgasmo lo quisiera o no, la chica se dio cuenta de esto, volteó para cerciorarse de que el ladrón no la estaba viendo y entonces se dejó llevar por la excitante situación. Sus fuertes gemidos y el movimiento de su cadera con el cual hacía todo lo posible por aumentar el contacto de su vagina con el aparato eran la muestra de que estaba bastante excitada y que no quería frenarse, cerró sus ojos tratando de olvidar donde estaba y recurriendo a una íntima fantasía para hacer el trance mucho más agradable. Minutos después Rebeca perdió el control, sus manos, incapaces de hacer otra cosa, agarraron la cuerda que las ataban a la cabecera de la cama y la jalaron con fuerza mientras sus gemidos indicaban las olas de placer que recorrían todo su cuerpo, el orgasmo fue extenso y la chica lo disfrutó enormemente, a pesar de la mordaza sus gritos de placer fueron tan fuertes que en el piso de abajo el ladrón la escuchó y viendo que el vibrador había hecho su trabajo volvió arriba.
Rebeca seguía atada y en un conflicto, por un lado su cuerpo se relajaba por el orgasmo recién alcanzado por lo cual la joven respiraba profundamente, sintiendo todavía los resultados de su clímax, por el otro al vibrador su situación le importaba poco y seguía trabajando a máxima potencia, por lo cual sin que consiguiera relajarse y con apenas un pequeño descanso debido a la liberación de la tensión sexual acumulada, el aparatito empezaba a conducirla a un segundo orgasmo. En eso el pillo regresó
-Bueno, creo que sólo hay tiempo para uno -dijo observándola unos segundos mientras la chica continuaba gimiendo, tras lo cual apagó el vibrador. Después le quitó la mordaza.
-desátame, ¿Cuándo te vas a ir?
-Me estoy preparando ahorita, tengo que cargar mi camioneta con el dinero, las joyas y el estereo que conseguí gracias a ti. Pero, antes de irme tengo que asegurarme de dejarte perfectamente amarrada.
La chica se desanimo terriblemente, si el ladrón no creía que la posición en la que estaba implicaba estar perfectamente amarrada no se atrevía a imaginarse como iba a ser la siguiente atadura a la que la sometiera.

Rebeca se encontró a continuación atada a una silla, sus manos de nuevo a su espalda y cuerdas que pasaban por debajo y por arriba de sus pechos la sujetaban a la silla, aunque al menos en esta ocasión sus codos no estaban amarrados juntos lo cual le permitía a su espalda descansar de la tensión a la que había estado sometida todo el día. Sus piernas estaban fuertemente atadas a la altura de los tobillos, las espinillas y por arriba de las rodillas. Una última cuerda le amarraba los muslos al asiento de la silla. La joven estaba adicionalmente indefensa por un artículo que había estado ausente de su cautiverio durante todo el día una pedazo de tela blanca había sido atado sobre sus ojos impidiéndole ver que ocurría a su alrededor. La chica se retorció ligeramente mientras gemía inquieta, hasta que escuchó al caco regresar al cuarto.
-Tienes que irte de aquí mis compañeras volverán pronto -volvió a amenzar la chica con la esperanza de que en esta ocasión el tipo le creyera y la dejara finalmente sola.
-No lo creo -respondió el villano cubriéndole la boca con la mano -lo que si creo es que a tú novio le encantara venir a casa y encontrarte en esta situación.
El ladrón procedió, como había sido su costumbre, a amordazarla fuertemente mientras seguía comentando -¿tú que crees?
Un pedazo de tela fue forzado dentro de su boca y cuatro trozos de cinta le sellaron los labios mientras la chica se quejaba con sus murmullos.
-si creo que tú novio será muy feliz si te encuentra así, y si no viene, supongo que estarás aquí deseando que lo hiciera.
Un nuevo rollo de cinta siguió, en esta ocasión una tela adhesiva blanca de enorme tamaño, un solo trozo de la cinta le cubría toda la parte inferior de la cara, este nuevo rollo fue envuelto alrededor de toda su cabeza un total de siete veces
-esto definitivamente te tendrá callada, no quiero oír ni un sonido proveniente de ti, y creo que no la haré.
Rebeca pensó que esto era todo y sumida en la silenciosa oscuridad esperó a quedarse sola, pero el ladrón habló de nuevo.
-Te voy a decir que más voy a hacer, voy a ser más amable y no te voy a dejar simplemente con los ojos vendados y amordazada completamente indefensa. Tengo una sorpresita para ti.
Rebeca se inquietó mucho oyendo estas palabras, acababa de experimentar las sorpresitas en las que este tipo pensaba, y, estando aun completamente desnuda, sospechaba que volvería a someterla a algún tipo de juego sexual que la volvería loca. En esta ocasión la venda no le dejaba ver que le tenían reservado y eso la desesperaba, sólo pasaron unos segundos entre que el tipo habló y actuó, pero a ella se le hicieron eternos. A pesar de estar esperando algo se sorprendió cuando sintió la mano del villano apachurrarle su seno y se quejó tras la mordaza mientras el tipo jugaba con su pezón, pronto la soltó, pero sus dedos fueron remplazados por una pinza colocada sobre su teta
-resulta que también encontré este par en tú cuarto -le dijo antes de colocar otra pinza sobre su otro pezón
-creo que vas a estar divirtiéndote mientras no estoy contigo -dijo y volvió a dejarla.
Las pinzas eran otros de los juguetes de Rebeca, las usaba cuando estaba sola en un juego de auto bondage y quería estimularse sus pezones, no eran dolorosas por cortos periodos de tiempo y se sentían muy rico en sus pechos, pero la chica temía que la sensación no fuera tan agradable si las tenía que usar por mucho tiempo, y de nuevo atada y sola eso podía llegar a pasar, sobretodo si el tipo ya no volvía y la dejaba. Lo peor de todo era la venda sobre los ojos que no le permitían saber que esperar ¿ya se había ido? ¿la estaba vigilando? ¿volvería o no? Todo eran dudas para la indefensa Rebeca y nada podía hacer de nuevo más que esperar, sin embargo como estaba desesperada pronto empezó a gritar pidiendo ayuda y a agitar sus piernas tratando de soltar alguna atadura, ya quería que esta pesadilla acabara. No tenía noción del tiempo, y cada minuto le parecía una hora, esto provocó que su ansiedad aumentara y que luchara con más y más fuerza, fue tan grande su esfuerzo que acabó por perder el equilibrio y con todo y silla se cayó al suelo, ahora si no tenía ninguna esperanza de escapar y el susto de sentir que de repente se caía fue tal que ahora si, sin importar lo desesperara que se sintiera, se quedó tranquila y esperó.
-Vaya, vaya, vaya -escuchó un tiempo después lo que le indicó que el malvado había regresado -alguien ha estado intentando escapar.
El ladrón la había desnudado, atado de miles de formas, expuesto su cuerpo, jugado con sus pechos y la había obligado a tener un orgasmo involuntario, pero curiosamente este comentario burlón la hizo sentir más avergonzada que cualquier otra cosa, la hizo sentir como una idiota por intentar escapar cuando era imposible, en este momento agradeció tener los ojos vendados para no tener que ver la irónica sonrisa del hombre.
-Ya cargué todo en mi camioneta, ahora si ha llegado la hora de irme -dijo acercando su rostro al de la chica -así que te ataré por última vez de modo que no puedas irte a ninguna parte por muuucho tiempo.
Y ese había sido su día, sin mediar más palabras el tipo la había desatado de la silla, le cambió la mordaza y la ató en la constringente posición en la que ahora se encontraba. Rebeca podía ver a su alrededor y por la oscuridad de fuera de casa calculaba que serían alrededor de las tres o cuatro de la mañana del domingo, llevaba unas cuatro o cinco horas luchando contra este hogtie sin que ningún nudo cediera en lo más mínimo, el ladrón había llegado a su casa a las 10 de la mañana del sábado, o sea que dentro de poco más de seis horas cumpliría un día entero atada, no podía creerlo, 24 horas amarrada, después de esto descansaría un rato del bondage, aunque le gustaba mucho no quería volver a estar inmovilizada en mucho tiempo, lo peor es que aun faltaba un laargo tiempo para recuperar la libertad, no esperaba sus compañeras de casa hasta el domingo en la noche cuando volvieran de su viaje para regresar a la universidad el lunes, Rebeca calculó descorazonada que aun tendría que estar al menos dieciséis horas amarrada y amordazada, que horror.
Entonces recordó algo que la hizo sentir peor, con la visita del ladrón no había podido hacer su importante tarea, no solo había perdido todo el fin de semana amarrada, sino que ahora ¿Cómo le explicaría al maestro su incumplimiento? Demonios, ¿por qué le pasó esto en tiempos de exámenes finales?

Fin.

25 de marzo de 2011

Invasión en casa de Rebeca

Hola a todos, hoy les traigo una nueva historia en la que he estado trabajando éstas dos últimas semanas, espero que la disfruten. Está un poco extensa así que la divido en dos y mañana publico el final.



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Invasión en Casa de Rebeca



Sin importar el largo tiempo que Rebeca llevaba luchando, no había logrado aflojar las ataduras en lo más mínimo, dentro de si sabía que nunca alcanzaría la libertad y que no tenía opción más que esperar pacientemente a que sus compañeras de piso regresaran a casa para que al descubrirla finalmente la liberaran de todas las cuerdas que la inmovilizaban, pero sin importar lo segura que estaba de que liberarse era imposible no podía dejar de pelear, llevaba prácticamente 24 horas amarrada y a pesar de las humillaciones y dificultades por las que había pasado en ningún momento se había rendido a su cautiverio, ahora completamente sola en su casa, en medio de la noche, seguía peleando.
El ladrón que se había venido por su dinero y sus joyas había terminado por llevarse todo los objetos de valor que había en su casa, y después había cumplido su promesa de asegurarse que no pudiera huir a ninguna parte. El canalla había utilizado toda la cuerda que había podido encontrar para inmovilizar su cuerpo desnudo, sus manos no solamente estaban atadas a su espalda, sino que una cuerda extra sujetaba sus muñecas a su cintura asegurándose que no pudiera separar las manos del cuerpo. Sus brazos estaban además atados con otra larga cuerda por encima de sus codos, esta atadura era particularmente incómoda pues mantenía sus codos tocándose el uno al otro y le hacían imposible mover sus brazos en lo más mínimo, esta larga cuerda, aparte de sujetar sus brazos, le rodeaba el cuerpo por arriba y debajo de sus pechos y también pasaba por debajo de sus hombros y por su nuca, lo cual, aun si pudiera mover discretamente sus brazos, le hacían imposible encontrar siquiera por donde empezar a desatar los muchos nudos. Sus piernas estaban atadas con los mismos inescapable nudos, las cuerdas la inmovilizaban por encima de sus rodillas y en sus tobillos, como era de esperarse, pero el maldito ladrón le había quitado aun más movimiento atándole juntas las plantas de los pies, y finalmente había entrelazado otra delgada cuerda a través de cada uno de los dedos de sus pies del meñique al gordo, atándole los dos pulgares juntos.
Rebeca deseaba gritar para que alguien la escuchara y rescatara, pero esto también le había sido impedido, una mordaza de bola que ella tenía para sus juegos sexuales había sido usada para callarla, y la mordaza había sido reforzada con una venda que le rodeaba la boca tantas veces que había perdido la cuenta, sólo unos débiles gemidos se oían a través de la mordaza, los cuales eran el único ruido que le hacía compañía en su quieta soledad, su boca ya estaba cansada por el largo tiempo que había tenido la bola metida en ella, impidiéndole cerrarla, era tanto el tiempo que la saliva que de vez en vez no podía contener ya había traspasado todas las capas de la venda y empezaba a gotear sobre el suelo. Aún había más, para evitar que pudiera arrastrarse libremente el ladrón la había puesto en un hogtie, este no era del tipo más tradicional que alguna vez había experimentado con su novio donde una cuerda ata sus tobillos a sus muñecas, era mucho peor. Una larga cuerda fue primero atada a la otra cuerda que pasaba por su nuca, esta fue luego atada al ya enorme nudo que estaba sobre sus codos, de aquí fue conectada a sus tobillos obligándola a doblar sus piernas, finalmente fue sujeta a la correa de su mordaza de bola, antes de que esta fuera envuelta por las vendas, para acabar de imposibilitar cualquier oportunidad de escape, pues el ladrón no quería que escapara de este hogtie como había hecho más temprano ese día, sus manos estaban envueltas en un pesado capullo hecho de vendas y cinta blanca, sus dedos estaban momificados así y aun si pudiera alcanzar algún nudo, no podía desatarlos ni agarrar cualquier objeto que le fuera de ayuda. Estaba condenada a un largo cautiverio, pero seguía luchando sin fin, por lo menos así tendría algo que hacer en la que sería una larga espera para que la rescataran. Sin dejar de sacudirse la hermosa chica morena empezó a recordar los eventos del día que la llevaron al lugar donde ahora se encontraba.
Al empezar el día nada indicaba lo que Rebeca estaba a punto de vivir, era la mañana cuando estaba en su escritorio y recibió una llamada de un amigo para invitarla a salir
-hola, ¿qué pasa?
-No, no voy a poder verte allí
- De hecho no podré salir de casa en todo el fin de semana
-Tengo una tarea que hacer, así que estaré trabajando en ella todo el fin de semana
-la semana que viene tengo exámenes finales ¿sabes?
-Si, mis dos compañeras de cuarto salieron de la ciudad, así que no tengo distracciones, seguro terminaré a tiempo. Pero, nada de fiestas este fin de semana.
-Si, bueno, ahorita voy a ir a la tienda, y en cuanto vuelva me pondré a trabajar, otro día te marco ¿OK?
-Bueno, me gustó saludarte, adios.
Efectivamente era sábado en la mañana, Rebeca estaba sola en casa y sus compañeras no volverían en un par de días. No sabía que la llamada que acababa de recibir fue su única oportunidad de quedar con alguien para que la visitara en esos dos días, al rechazar salir con sus amigos ahora nadie la extrañaría hasta el lunes, y nadie la buscaría en su casa, claro que eso era precisamente lo que quería, sin amigos, sin compañeras de piso, tenía dos días de completa soledad para que nada la distrajera de su trabajo.
Como le dijo a su amigo iba a ir al minisuper de la esquina para comprar algo de comer y luego volvería a casa. estaba vestida con una blusa rosa, una falda morada que le cubría media pierna y zapatos de tacón, su cabello negro estaba peinado en una cola de caballo, estaba a punto de agarrar su bolsa de mano cuando escuchó a alguien tocar la puerta. Dejó el bolso sobre el escritorio y fue a abrir sin saber quien podría estar tocando, no tenía idea de que su tormento estaba por comenzar.
Del otro lado de la puerta había un hombre de unos 40 años, vestía un pantalón de mezclilla negro y una camisa púrpura, consigo traía una caja.
-Hola -saludó la joven estudiante
-Hola, le traigo una entrega de paquetería -dijo el hombre entregándole la caja.
-Gracias -contestó recibiéndola- No recuerdo haber ordenado nada, debe ser para alguna de mis compañeras.
-Si, seguro lo es
-¿Dónde firmo?
-Oh, justo ahí, sobre la línea punteada por favor.
Rebeca tomó la pluma que el hombre le ofreció y se dispuso a firmar, pero la pluma no pintó.
-Sabes, se le debe haber acabado la tinta, déjame ir adentro y traeré otra pluma.
-muy bien. -dijo el hombre volviendo a tomar la caja y la pluma inservible- esperaré justo aquí.
Rebeca se dio la vuelta y, dejando la puerta abierta, fue a buscar la pluma sin saber que acababa de caer en la trampa del hombre, que no tenía otra intención más que robar su casa. este esperó a que la chica desapareciera en el interior de la morada y entonces se metió dentro de la casa.
-Tengo la pluma .anunció Rebeca cuando volvió a la entrada, al no ver a nadie se asomó hacia afuera, el hombre no estaba en ningún lado.
-que extraño- exclamó la chica confundida por la repentina desaparición del sujeto, pero dado que el paquete no era para ella no se preocupó más y se dispuso a volver a sus actividades, pero apenas cerró la puerta el hombre que estaba tras ella se le echó encima, le cubrió la boca con una mano y le sostuvo los brazos con la otra.
-Ok. Sólo estate quieta
Esperó a que Rebeca se calmara un poco y entonces le dijo. -voy a quitar mi mano de tú boca, sólo prométeme que no gritarás.
-mmmfff. -contestó Rebeca asintiendo.
-muy bien, nada te va a pasar. -dijo el hombre antes de liberarla tratando de calmarla.
Probablemente en ese momento no pensaba hacerla pasar por todo lo que le hizo, pero las cosas cambiarían.
-¿qué está pasando? -preguntó Rebeca en cuanto pudo.
-sólo necesito un poco de dinero y un poco de joyas -le dijo el hombre que le seguía sujetando las manos y que le mostró una pistola para advertirle que no le causara problemas.
-sí- Dijo Rebeca aun impactada.
-una vez que tenga lo que busco me iré, ¿OK?
-Ok.
-pero mientras tanto tengo que hacer algo contigo, así que vamos para adentro.
-Ok.
El hombre, sin soltarla, la hizo caminar hasta su cuarto, ya allí la soltó y la sentó en la cama, entonces le exigió. -Dime donde está todo tú dinero y todas tus joyas-
-ya te lo dije -contestó Rebeca tratando de sonar honesta- no tengo ni dinero ni joyería.
-Ok. Si no quieres cooperar conmigo no me vas a dejar otra opción más que hacer esto del modo difícil… por última vez ¿tienes dinero o joyería?
-no, no tengo- insistió la chica.
-Pues no te creo, y siendo así voy a tener que buscar por toda tú casa y encontrarlo yo sólo. Ahora, dame algo con lo que pueda amarrarte para que no me estorbes en lo que busco.
- ¿no pue---’ ¿no puedes encerrarme en un closet o algo así?- sugirió la estudiante a la que la idea de estar indefensa junto a un criminal no le agradaba- mi compañera de cuarto estará de vuelta en cualquier momento -dijo con la esperanza de que esto lo obligara a huir y dejarla en paz.
-no, no, no. No voy a caer en ese viejo truco, ahora apúrate que tengo que ponerme a buscar.
-está bien.
Rebeca abrió uno de los cajones de su cómoda y sacó cuatro largas cuerdas, dos pedazos de tela blanca, unas pantimedias y un rollo de cinta plateada.
-¿será esto suficiente? -preguntó sumisamente.
-si creo que esto servirá -contestó el ladrón mientras revisaba el material. -ahora me voy a encargar de ti- dijo mientras sujetaba la quijada de la chica quien lo contempló resignada.
De vuelta en el presente Rebeca continuaba su lucha, por la saliva la mordaza se le había movido un poco de modo que su labio superior estaba descubierto, pero fuera de eso su situación era la misma. Ahora que había recordado esos últimos instantes de libertad se había dado cuenta que, aparte de haberse dejado engañar por el truco de la mensajería, había cometido dos graves errores que habían empeorado su situación. En primer lugar no había cooperado con el ladrón, si le hubiera dado el dinero y las joyas que le pedía, seguramente lo hubiera tomado y se habría ido. La chica sabía que de cualquier forma la habría amarrado antes de irse, pero probablemente habría sido inmovilizada de un modo menos estricto, lo cual le hubiera dado oportunidad de escapar o por lo menos llamar la atención de alguien. En vez de eso ahora estaba en una posición de la que le era imposible escapar, el ladrón había tenido tiempo de escudriñar toda su casa, con lo cual no se llevó sólo un poco de dinero o joyas sino que se llevó todo lo que tenía.
Su otro error fue cuando abrió su cómoda y le dio todas esas cuerdas. Rebeca era, como mucha gente lo es en secreto, una amante del bondage y por ello tenía todas esas cuerdas tan cerca de su cama, listas para cuando tuviera la oportunidad de usarlas. Cuando el ladrón le ordenó que le diera algo para atarla instintivamente recurrió a ellas, y eso había significado darle al criminal no sólo una enorme cantidad de material con el cual inmovilizarla, sino uno de excelente calidad, que dificultaba cualquier escape, ahora la chica pensaba que debió haber ido a su armario y darle algo de ropa, o algunas mascadas y bufandas para que la amarrara, el tipo, mientras no supiera que las cuerdas estaban en otro lado, se habría conformado con esto, y más adelante le habría sido más fácil escapar. Mientras seguía gimiendo contra la mordaza cubierta de vendajes (otro de sus juguetes sexuales que el ladrón había hallado) volvió a recordar su día, y al momento en que cometió un tercer error, este último sería fatal.
Un hogtie fue la primera manera en que el atracador la había amarrado, seguramente al sujeto le gustaba la posición ya que era la misma en que la dejó una vez que se fue, su primera atadura fue, sin embargo, más benévola que en la que se encontraba ahora: las diversas cuerdas habían sido usadas para amarrarle los tobillos, las piernas por debajo de las rodillas, las muñecas a la espalda y los brazos sobre los codos, esta última cuerda, más larga que las demás, también había sido usada para sujetarle mejor los brazos haciéndola pasar por debajo de los hombros y atrás de la nuca. Uno de los pedazos de tela fue usado para atar sus muñecas a sus pies, forzándola a doblar las piernas, aunque de una manera mucho menos estricta que la posterior. Había sido amordazada con otro pedazo de tela que le fue metido a la boca y cubierto por varios pedazos de la cinta plateada, finalmente el fulano había usado su pantimedia colocándosela de modo que le cubría toda la cabeza y amarrando los extremos sobre su boca, reforzando la mordaza. Rebeca podía ver a través del material de nylon, aunque su visión quedaba velada. El ladrón la dejó así, recostada sobre su cama y se fue a empezar su búsqueda de efectivo, y fue allí, sola, que Rebeca cometió su tercer error.
No sabía porque lo había hecho, aunque probablemente el hecho de que la obligara a quitarse la blusa antes de amarrarla ayudó, vestida solo con su sostén blanco la estudiante te sintió vulnerable y temerosa de lo que pudiera pasarle mientras estaba indefensa, probablemente su subconsciente la traicionó y al ver su fantasía de estar amarrada realizada no pudo evitarlo, tal vez fueron ambas cosas pero la cosa es que se puso a luchar por escapar, ni siquiera se dio cuenta cuando empezó a luchar tenazmente contra las ataduras. No es que esto fuera malo, pero eligió un muy mal momento. ¿por qué no se quedó quieta y esperó a que el asaltante se fuera? Eso fue lo que debió hacer, pero en cuanto pudo empezó a luchar sin pausa; la cosa no habría sido tan mala si hubiera fallado, probablemente hubiera tenido que soportar unas burlas de su captor, pero nada más, pero lamentablemente tuvo éxito, aunque de manera parcial, y esto fue lo que la condenó.
Al principio Rebeca actuó con más fuerza que con razón, esto no la ayudó en nada y lo único que logró fue que uno de los tirantes de su braziere se le deslizara por el brazo, con lo cual dejó su teta izquierda descubierta. Ante eso la chica se calmó y actuó con más calma, descubrió que el nudo de la tela que la obligaba a mantener sus piernas flexionadas estaba al alcance de sus dedos y que con un poco de esfuerzo podría desatarlo, así que pacientemente se dedicó a esa tarea. No fue nada sencillo, el ladrón sabía amarrar muy bien y sin duda tenía experiencia en el asunto, la cosa se dificultaba aun más porque el nudo estaba justo en un lugar donde por más que volteara su cabeza no podía verlo, así que dependía exclusivamente de su tacto para desatarlo, Rebeca tenía dedos muy hábiles, pero los minutos pasaban y al parecer lo único que la estudiante había logrado era que su falda le descubriera las piernas de modo que cualquiera que pusiera atención podría alcanzar a ver sus calzones de color rosa con adornos florales. La joven se estaba desanimando y estaba a punto de rendirse cuando finalmente sintió que la tela se aflojaba y tras un poco más de lucha la chica quedó libre del hogtie, habían sido ocho minutos agotadores, pero fue delicioso poder estirar las piernas. Rebeca sabía que desatar el resto de las cuerdas era imposible, estaban todas muy fuertemente ajustadas y ningún otro nudo podía ser alcanzado. La hermosa mujer hizo lo único que podía, se arrastro hasta la orilla de la cama y allí se incorporó, su única posibilidad de escapar de su situación era alcanzar un teléfono y llamar a emergencias, así que saltito a saltito se dirigió a la entrada del cuarto, era muy difícil pues con sus piernas atadas tan fuertemente era complicado mantener el equilibrio y debía detenerse cada que saltaba para evitar caerse al suelo. Poco a poco se acercó a la puerta, pero tuvo la mala suerte de que en cuanto se asomó al pasillo el hombre la vio y rápidamente la detuvo.
-¡Hey!, ¿A dónde crees que vas?
-¡Mmmmm! ¡Mmmmm!
-¿Eh?
-Mmmmmfffffff
-Ya puedo ver que no vas a representar nada excepto problemas. Voy a tener que ponerte en un lugar de donde no puedas salir.
-Mmmppphhh, Mmmppphhh, mmpphh, mmpphh.
Si Rebeca hubiera esperado a estar sola para intentar su escape, habría podido alcanzar el teléfono y llamar a alguien de modo que pudiera recuperar su libertad en un plazo relativamente corto, pero su impaciencia llevó a que la atraparan, a que el hombre decidiera humillarla y a que este tuviera más cuidado y no volviera a cometer el error de dejar un nudo al alcance de sus dedos, así, ahora que estaba sola, Rebeca ya no tenía otra posibilidad que esperar y esperar inmóvil.


Continuará.


22 de marzo de 2011

Nuevos pies atados

Ya alguna vez he dicho que no siento ninguna atracción particular por los pies, y que las escenas que combinan fetichismo de pies con bondage me son indiferentes, pero como se que hay muchos a los que si les gustan estas imágenes, aunque no las busco, si las guardo cuando las veo para compartirlas con ustedes, así que aquí hay una nueva imagen que me tope de pies atados, que la disfruten.


Foot Fetish Bondage

18 de marzo de 2011

Secuestradas en Jeans

Hoy me dedico a hacerle promoción a otro sitio de bondage en Latinoamérica, el encargado de estas manipulaciones me mandó el banner de su sitio, donde pueden que clase de trabajo realiza, y me pidió que los invitara a visitarlo y a que le comenten en su página lo que opinan de sus manipulaciones de bondage.
Aquí la imagen que ha compartido con nosotros:

Como pueden apreciar la mujer atada no es ninguna celebridad como las manipulaciones que muchos otros han compartido, pero por supuesto que muchos de nosotros adoramos a mujeres que no son famosas, y en algunos casos fantaseamos con ellas, así que hacer manipulaciones de bondage con imágenes de gente común y corriente es perfectamente válido.







Si les gusta su trabajo pueden visitar su página en mx.group.yahoo.comgroupasaltadas_enjeans/

16 de marzo de 2011

El país semanal pregunta sexo. Respuesta 5 y última

Cerrando con las cinco respuestas publicadas en el semanario a el cuestionamiento atar o ser atado ¿qué prefieres? Aquí cierro con la presentación de las mismas a todos ustedes, ha sido bonito ver lo que la gente piensa y expresa sobre el bondage.

"En los juegos de ataduras, el verdadero protagonista es el atado; recibe toda la atención del deseo del otro y se entrega completamente al placer y la sensualidad. No hay sensación más placentera que estar completamente a merced de la persona que deseas"
F.S. (correo electrónico)

Eso lo dice todo, el entregarse a la persona amada o el que ella/el se entregue a ti de manera tal que te lo confíe todo es lo más importante y lo más hermoso del bondage.

No se si alguna vez en El País Semanal vuelvan a hacer a sus lectores una pregunta dedicada a nuestra afición, la única razón por la que esta llegó a sus páginas fue como ya lo comenté porque yo escribí para sugerirla, pero estaré atento y si la hay la compartiré de nuevo con todos ustedes.
Buen día.

14 de marzo de 2011

Rayos aprisionadores.

En varias publicaciones he explorado curiosos medios de inmovilizar a una persona que he encontrado casualmente mientras navego por la red o leo algo, pueden encontrar esas curiosas imágenes de bondage en las publicaciones "bondage con el cabello" y en "Lio y su amada" (donde una chica es atrapada por una serpiente.
Hoy, y volviendo al bondage en los comics, les traigo una nueva imagen de bondage con un método bizarro, en este caso la heroína y su acompañante son atrapados con unos rayos. Estos son dirigidos a las muñecas de los prisioneros de modo que (no se explica pero lo asumo) de alguna manera aumentan la fuerza de gravedad impidéndoles levantarlos y dejándoles indefensos.
La imagen es de un comic muy viejo, creo que es de los 60 y lo encontré por pura casualidad, es un comic de un personaje que andaba de moda en esos años, la Agente de C.I.P.O.L. que tenía su serie de televisión y su comic, publcado por una pequeña compañía que ahora ya no existe. Tengo otras imágenes de este comic que les compartiré más adelante.
Aprovéchenla si son coleccionistas de imágenes, pues estoy absolútamente seguro de que este comic es hoy en día practicamente inconseguible, y seguro que no lo ven en ninguna otra página de bondage en ningún idioma, es practicamente una exclusiva, como lo serán las otras impagenes de esta serie.


The Girl from U.N.C.L.E. old comic book

12 de marzo de 2011

Se estrena Criminal Minds

Este lunes por AXN se estrenará en México la nueva temporada de Criminal Minds, está es una de mis series en la televisión, se parece un poco a la muy famosa C.S.I. Pero al contrario de esta el equipo del FBI no usa la ciencia para investigar escenas de crímenes ya ocurridos, sino que usa la psicología para entender la mente de los criminales y detener a asesinos seriales no sólo en una ciudad sino en todo el país. Es muy interesante porque mientras ellos intentas descubrir al criminal por medio de su personalidad, este está libre y continúa cometiendo crímenes, lo cual siempre lo hace más interesante.
Pasando a nuestro tema bondagero, la temática de la serie tiene la ventaja de que al tratar con criminales que están aquí y ahora atacando a personas, tenemos muchísimas oportunidades de ver escenas de bondage, si bien no en todos los capítulos las hay, en una temporada se podrán ver por lo menos cinco o seis episodios con escenas bondageras, algunas son, como suele ocurrir en la televisión, rápidas, oscuras o en general poco espectaculares, pero un alto porcentaje resultan ser escenas que vale la pena ver, pues el bondage se ve con claridad y dura algo de tiempo. En las cinco temporadas que se han estrenado ya van cuarenta escenas de bondage, para un promedio de ocho por temporada, y estiy seguro de que en la sexta temporada que ahora comienza también habrá un buen número, si no conocen la serie héchenle un ojo, pues está muy bien hecha, es interesante y de vez en cuando nos ofrece un bonus con escenas de chicas atadas.

El episodio de este lunes, por cierto, tiene garantizado abrir con una escena de bondage, es un episodio que continúa de la temporada anterior, y la última escena presentaba a el asesino en turno huyendo con una niña secuestrada, dejando tras de si a su tía (la linda actriz Austin Highsmith de 29 años) con las manos atadas a las piernas con cinta de aislar. Para las chicas al lado de esta también quedó amarrado uno de los protagonistas de la serie, el agente Morgan (Shemar Moore) creo que será una de las escenas rápidas y poco espectaculares, pero es un inicio, y les aseguro que en subsecuentes episodios seguiremos teniendo la posibilidad de ver más y mejor bondage.

No encontré imágenes decentes de la escena final del capítulo anterior, probablemente porque la escena en si fue mala, pero les dejó una captura de video medio borrosa para que vean a Austin Highsmith amarrada, de la manera en que seguro la veremos de nuevo en esta nueva temporada, ojalá podamos apreciar un poco más de detalle de lo que se ve aquí.


Austin Highsmith bound in Criminal Minds (5.23)

El país semanal pregunta sexo. Respuesta 4

La penultima respuesta publicada en El País Semanal a la pregunta ¿te gustaría atar o ser atado? y que nos demuestra que el bondage está más presente de lo que se puede pensar en la vida íntima de las personas.

"Me había avisado de que iba a atarme y yo estaba inquieto. Sentada sobre mi procedió con pañuelos delicados, con refinamiento hizo los nudos tan suavemente que se desataron. Volvió a la carga, ya sin tantas contemplaciones, y la energía con que fijó la atadura se derramó sobre mi segundos después. Me gustó... pero falta mi revancha"
José Raigal (correo electrónico).

11 de marzo de 2011

El país semanal pregunta sexo. Respuesta 3

Seguimos con las cinco respuestas dadas por los lectores de El País Semanal a la pregunta atar o ser atado ¿qué prefieres? Después del sexólogo y del famoso ahora vienen las respuestas dadas por lectores comunes y corrientes que deciden hablar de sus fantasías en el marco de la pregunta dada por el semanario, y que gracias a la solicitud que hice para este blog fue dedicada en una ocasión al bondage.
Esta respuesta es de una chica que comparte nuestra fantasía.

"Sin dudarlo: ¡ser atada! La cuerda en mi piel, su respiración en mi oido, su roce en mi cuerpo, y mi voluntad en sus manos. Moridiscos, pellizcos, lametones y azotes envueltos en caricias unidireccionales. Someter mi pasión a su aliento, mis muñecas cautivas de su pensamiento, mis deseos volando entre sus nudos, dominada, sometida, explorada. ¡Con el placer infinito de ser su premio!"
M.L. (correo electrónico)

Ojalá encuentres con quien vivir tú fantasía M.L.
Saludos a todos.

9 de marzo de 2011

El poster de Ruleta Rusa

Cuando les compartí las didiografías de las nominadas al oscar les comenté que probablemente la mejor película de todas en lo que al bondage se refiere era Ruleta rusa (Birthday Girl) donde el protagonista (Ben Chaplin) interpreta a un hombre abiertamente aficionado al bondage y donde Nicole Kidman, mujer rusa a quien "compra" en un sitio de internet para que sea su esposa por correspondecia, tiene tres escenas de bondage, una de ellas desnuda y dos amordazada con cinta. Les comenté también que aparte de lo prometedora de la trama, el poster era una muestra de que la película no decepcionaría a los fans del bondage que se animaran a verla, como hace tiempo que no publico imágenes aquí les pongo el poster de Ruleta rusa.


Es un poster muy bonito, y con Nicole Kidman recostada en la cama regalándonos una sugerente mirada y con unas esposas muy cerca de ella, es de lo más provocador. Digno de comprarlo, enmarcarlo y colgarlo en un estudio. Por el contenido de la película sabemos que las esposas seguramente están destinadas a ser usadas en la bella actriz.
Para mi, cualquier bella mujer que me espere así en la cama, con unas esposas cerca de ella, me seduciría al instante, y hasta la dejaría decidir si quiere que use las esposas en sus muñecas o si quiere usarlas ella para encadenarme a mi, claro que para la siguiente ocasión los roles tendrían que cambiar jejeje.

Es todo por hoy, pásenla bien.

7 de marzo de 2011

El país semanal pregunta sexo. Respuesta 2

Les traigo una nueva respuesta publicada en este semanario a la pregunta ¿prefieres atar o ser atado? en esta ocasión la respuesta es de un sexólogo profesional y por ende ofrece un análisis sobre el tema bondagero, a partir de la siguiente publicación les traeré las opiniones de gente común.

"Sorprende lo mucho que a la gente le gustan las ataduras; las tiendas eróticas venden cuerdas y esposas como churros. Pero claro, que la vecina no se entere. En la mayoría de las relaciones hay un juego inconsciente de poder que puede crear problemas. Aunque si somos conscientes de la forma en que dominamos a nuestra pareja podemos transformarlo en un juego sano y divertido que enriquecerá nuestra vida sexual. A las mujeres les puede gustar mucho sentirse indefensas porque les facilita mucho dejarse llevar; a los hombres estar atados les resta presión y responsabilidad; para ambos es un placer adopatr el rol contrario al asignado tradicionalmente"
Iñaki Lajud, psicólogo y sexólogo, 28 años, Madrid.

Dos cosas geniales de este testimonio, la declaración de que es un juego sano psicológicamente y divertido para ambos, y el que se diga que sorprende lo mucho que esta fantasía gusta a puertas cerradas, siendo este hombre un sexólogo, seguramente dice esto por la experiencia que tendrá con muchas personas en su consulta.

Saludos a todos.

Dos pequeñas noticias

La primera, ayer domingo fue la última función de El Coleccionista en el D.F., así que si no la vieron ya perdieron su chance de ver a Bárbara Mori atada y amordazada en vivo y en directo. Hasta donde se no habrá una nueva temporada, aunque esperemos que los actores se animen a regresar a futuro a los escenarios chilangos, lo que si es probable es que ya que acabaron la temporada en el D.F. se vayan de gira a otras ciudades de México, así que a todos los bondageros que viven fuera de esta ciudad capital, estén atentos para ver si tienen la suerte de que la obra llegue a sus ciudades.

La segunda es el estreno de la película Dulce Venganza (I spit on your grave) que trata de una mujer que es violada y emprende una cacería de todos los responsables vengándoze de ellos uno a uno, para las chicas que gusten ver hombres atados, o los hombres que disfruten de esto, en esta película abundan escenas de este tipo pues entiendo que cada violador es capturado y amarrado en una extraña posición, la protagonista nunca aparece en bondage así que esta película es exclusiva para quienes quieran ver a hombres indefensos, eso si, les advierto que aparte del bondage toda la cinta está llena de torturas a las víctimas así que lo que verán no es para todos los gustos, definitívamente yo paso de la violencia y el sufrimiento, así que esto no es para mi, pero aviso a las interesadas.

4 de marzo de 2011

El país semanal pregunta sexo.

Ya con anterioridad les he compartido algún contenido de la revista española El País Semanal, una que siempre vale la pena leer y que se consigue con facilidad en América Latina. Una de las secciones de esa revista es una página donde hacen una pregunta de sexo, la cual por lo general es sugerida por los lectores. A esta preguntan que es anunciada cada semana en lá sección, le siguen un par de semanas después las respuestas a la misma que dieron los lectores. Es una excelente oportunidad de quitarle al sexo el aire de tabú que en algunas partes sigue teniendo y de conocer diferentes facetas de esta parte de nuestra vida.
Cuando empecé este blog, y recuperando la idea de que este sirva para dar a conocer el bondage como una fantasía aceptable y entretenida y segura para ambos miembros de una pareja se me ocurrió escribir a El Paíse Semanal y sugerir una pregunta con esta temática. Después de todo siendo el bondage un fetiche sexual compartido por tanta gente era justo que recibiera un espacio en sus páginas.
Como nunca recibí respuesta  creí que me habían ignorado, pero hace un par de semanas descubrí que no fue así. Debido a que yo leo las revistas con unos 3 ó 4 meses de retrazo, ya que la que compramos en la familia pasa por muchas manos antes de llegar a mi, acabo de enterrame de que mi pregunta fue aceptada y respondida por los lectores de la revista el 28 de noviembre de 2010.
Como mi intención siempre fue compartir el resultado con ustedes ahora finalmente puedo hacerlo, la pregunta fue atar o ser atado ¿qué prefiere?.
Esta sección siempre publica cinco respuestas a la pregunta semanal, la de una celebridad española, la de un sexólogo experto en el tema, y la de tres lectores, en todos los casos es interesante descubrir lo que personas no necesariamente involucradas en esta fantasía como nosotros tienen que decir al respecto.
Publicaré las cinco respuestas a pertir de hoy, he aquí la primera.

"Ni atado ni sin atar. A mi me gusta ir con el cuerpo y la mente liberados. Ni siquiera llevo relojes ni pulseras. Porque, en la vida, me gusta que todo fluya, que no haya ninguna cuerda ni cadenas, que la imaginación pueda volar y se pierda en esos paisajes oníricos en los que me inspiro. Quizá suene aburrido, pero a lo único que llevo atado desde hace 19 años, con mucho gusto y disfrutando, es a mi mujer"
Jairo Zavala (DePedro), músico, 37 años, Madrid. Acaba de presentar su disco Nubes de Papel.

1 de marzo de 2011

Ana de la Reguera se lleva la Mordaza de Oro.

Con 15 votos Ana de la Reguera se lleva la Mordaza de oro por la mejor escena de bondage del año pasado, sólo Jessica Alba de Machete se le acercó obteniendo 15 votos, ventaja que supongo se debió a que más gente vio esa película de la que vió a Noomi Rapace o a Rachel McAdams.
Felicidades a Ana de la Reguera por el premio y empezemos a tomar nota del bondage que se acumule este año para repetir la entrega en 2012.

Aquí está la secuencia que llevó a Ana a llevarse el premio por su escena de rescate en Dos Inútiles en Patrulla.